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CAPÍTULO 30
PILLADA.

SEBASTIÁN POV

Mi alarma comienza a sonar, me despierto frunciendo mis cejas y apago mi reloj. Siento una pequeña mano en mi cabeza y me giro para abrazar a Amber.

Pero un golpe de realidad me choca. Es Hannah.

Me pongo de pie y froto mi nuca. Dormí chueco pero valió la pena. Me puse de pie y la miré, no vale la pena que la despierte, tengo muy en cuenta que no duerme bien hace tiempo y ahora se la ve muy cómoda.

Extiendo mi mano y cojo el móvil.

Veinte llamadas perdidas y catorce mensajes nuevos.

COOPER: ¡Se que estas en duelo, pero atiéndeme!

¡Joder, contéstame, estoy aquí!

¡Sebastián!

¡Está en Francia!

¡SEEEEEBAAAASTIIIAN!

Suspiro y me pongo de pie. Salgo de la habitación y camino hacia la mía, al llegar cojo ropa para ducharme antes de llamarlo.

—¡Que imbecil eres! ¡Entiendo que quieras tu espacio, pero joder, atiéndeme al menos una vez!

—Anoche me he dormido temprano. —Contesté, estirando mi mano para prender la ducha. —¿Qué sucede?

—Estaba en un restaurante con Celeste, en Francia, todo iba bien. Celeste fue al lavado y todo resultó normal, yo la esperaba en la mesa.

—Ajá...

—Y bueno, esperaba que saliese. Pero cuando salió una chica me la quedé mirando porque joder, menudas tetas tenía, luego vino Celeste y me dijo que ella se parecía mucho a tu chica. Por la fotografía que había en el funeral ¿Recuerdas?

—¿A qué quieres llegar, Cooper?

—Creo que hemos conocido a la gemela de Alyssa.

—¿Eh?

—Sí. Rubia, con ojos celestes y con un hombre que parecía ser el novio. No lo sé. Aquí en Francia, Celeste la reconoció y le preguntó pero ella actuó normal. Ó sea no se parecen, yo hasta podría haber hablado con ella y ni inmutarme.

—¿Y a mi me tiene que interesar que haya en la otra punta del mundo una chica parecida a ella?

—Hermano, recuerda lo que me has contado de ella. No es Alyssa...

—Es Amber.

—Si ella se hizo pasar por Alyssa por cuatro años...

Echo mi cuerpo hacia atrás.

—Por favor no me digas que tiene una marca de nacimiento en su hombro izquierdo.

—Fue lo primero que recordé cuando vi su fotografía, hermano. Y... La tenía.

Presiono el teléfono con fuerza.

BastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora