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CAPÍTULO NUEVE

CAVERNÍCOLA AGRESIVA.




Pongo mala cara cuando golpea nuevamente la puerta sin paciencia mientras me dirijo hacia ella y la abro.

Bastian me empuja para pasar, impaciente mientras que se dirige directamente a la cama de Hannah para sentarse.

-¿Podemos irnos? -Pregunta, alzando la cabeza a verme.

Pongo mala cara y mis brazos en jarra.

-¿Qué?

-¿Sabes cuanto tiempo he estado arreglándome? Dos horas. ¡Literalmente!

-¿y es mi culpa? -Pregunta visiblemente confuso.

Presiono mis labios con fuerza.

-¡Tienes que halagarme!

Pone los ojos en blanco.

-Te ves guapa. -Movió las manos en el aire.

-¿Guapa?-Suspiré mirando el techo -Ni siquiera me has visto.

Él me da un repaso visual. Tengo un vestido tubo con mangas largas y tacones. Es sencillo pero muestra perfectamente la figura de mi cuerpo y eso me gusta. Es como si Amber fuese distinta incluso en vestimenta a Alyssa.

-Que guapa. -Alzó los pulgares.

Le lanzo lo primero que sujeto: un libro y me giro, para abrir la puerta y salirme, con él detrás. ¡Será imbécil!

-Tienes que devolverme la llave. -Le recuerdo.

-Probablemente.

Entre al auto y él también, muy concentrado en programar el GPS con la ubicación que anteriormente le he enviado por mensaje. Mientras tanto, abro mi bolso y chequeo mi arma, debía de recargarla.

-Estoy pensando en que esto es ilegal. -Puntualizó comenzando a conducir, mirando de reojo mi acción.

-También es ilegal que te comas personas.

-Podría denunciarte e irías a prisión unos largos años.

-Denunciame y mi padre o los orangutanes que nos siguen... -Miro por el espejo retrovisor una camioneta gris conduciendo detrás-, te asesinan.

-Mejor te soporto. -Aceptó con la cabeza.

Saco mi cinturón y me lo coloco como siempre en la pierna mientras meto el arma allí. El vestido al ser tan pegado a mi cuerpo no lo cubre pero da igual, donde iremos todos son consientes que estamos armados.

-¿Por qué un vestido en invierno?

-Estos tipos de vestidos eran mis favoritos por mucho tiempo, solía usarlos casi todos los días y ya formaron parte de mi personalidad. Y quiero demostrar que sigo siendo la misma de antes.

-¿Y no te agrada como se viste Alyssa?

-Creo que es normal, bucaneras y sudaderas y ya. Siempre mantengo ese estilo.

-Me gusta el estilo de Alyssa.

-¿No te gustan los vestidos?

Se encogió de hombros, como si no lo supiera y sigue conduciendo. Miré el camino aburridamente intentando tranquilizarme, sentía la punta de los dedos con un cosquilleo extraño.

-Tengo un mal presentimiento.-Le dije, intentando que al menos sirva para tranquilizarme.

-Entonces no vayamos. -Frunce sus cejas. -Vayamos a un bar, muero de hambre.

BastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora