CAPÍTULO 35
ADIÓS OLIVIA.—Que horror.
Casi puse los ojos en blanco cuando jalé la mano de Bast a mi cocina. Él se dejó caer en el taburete y miró su alrededor con mala cara como si esperase que apareciera algo horripilante.
Yo por otro lado, me sentía drogada pero feliz. Como si de repente la cocaina hubiese sido una vuelta de alegría para animarme a hacer algo bueno.
Sabía que Bast aún no me perdonaba, así que, como mi regalo lo terminó botando por el inodoro —cosa que me dolió mucho—, decidí cocinarle algo.
—No me gusta la comida humana. —Mascullo incómodo mirando su alrededor.
—Pero te ayuda a relajar la ansiedad de sangre. —Abrí el refrigerador. —Ten fe en mi, te encantará.
Bast no le gustó la idea, pero se limitó a poner mala cara con ligera curiosidad a todo lo que sacaba de la nevera y coloca en la isla donde estaba sentado.
—Si intentas intoxicarme me vengaré. —Advierte.
—¿Cómo está tu herida?
—Uno o dos días más y ya se cerrará.
—Perdón por eso.
—Pide perdón por haber matado a ese hombre.
—No lo recuerdo. ¿Fui muy brusca?
—Le abriste la garganta literalmente frente a mis ojos.
Trago en seco y niego con la cabeza.
—No lo recuerdo.
—Pierdes la memoria fácilmente.
—Asistí a un médico por eso. Analizaron la proteína PSD-95, que está directamente relacionada con mi capacidad de aprender y recordar, se redujeron a la mitad al entrar en contacto con el exceso de droga y sobredosis.
—¿Cuántas sobredosis tuviste en estos dos meses?
Tres.
—Ninguna.
Pique las frutas mientras me centraba en hacer todo del pie y la letra, si quería tener su perdón debía de mantener mi estabilidad de pie y concentrarme en esto.
—¿Cómo está Hannah?
—Deprimida.
Mi tórax se comprime y deje de picarlas por unos escasos segundos hasta que volví a centrarme.
—¿Cómo está Noah?
—No lo sé.
—Ah.
Silencio.
—Yo... Corté con mi amistad con él cuando se volvió algo intenso.
—¿«Intenso»?
—Supongo que él era algo... No lo sé. Mentí al decir que tengo unos padres perfectos y adinerados con una línea de hostelería y quiso conocerlos para unir empresas... Aparte de que también me pidió noviazgo.
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Bast
AventuraBast era muy distinto a los demás. Y no lo decía en el sentido figurado, de hecho, a parte de tener un físico envidiable, personalidad llamativa, una inteligencia inigualable y una increíble capacidad de dejarme sin paciencia en menos de tres oraci...