Capítulo 1

819 60 33
                                    

No te ahogues en un vaso de agua

Ciudad Karmaland, 8:00 P.M.

Rubén Doblas se dirigía a su casa después de un largo y agotador día trabajando horas extra, cuando de repente recibió una llamada de la policía.

"Hola, ¿hablo con el señor Doblas?", preguntó el oficial. "Sí, es el quien le habla", le respondió Rubén. "Sus amigos, el señor Miguel Ángel Rogel y el señor Manuel Fernández han sido arrestados por el presunto delito de faltas ala moral y prostitución. En su declaración, ambos insistieron en que habían acordado encontrarse en un hotel simplemente porque estaban en una cita casual. ¿Podría venir a la comisaría y testificar si ellos en realidad son...

pareja? Solo así podremos dejarlos ir

La impactante noticia dejó a Rubén tan anonadado que ni siquiera se pudo mover durante unos segundos. En su mente estaba luchando para tratar de pensar o formular una oración, pero no podía articular una respuesta para el oficial. En su confusión, no se había dado cuenta de que le había colgado sin querer la llamada, tampoco supo cómo le hizo después para recomponerse y pedir un taxi que lo llevara hasta la comisaría.

Una vez allí....

Reconoció al instante a las personas sentadas en el pasillo. El hombre era su novio, Mangel Rogel y sentado a su lado estaba su amigo, lolito. Estaban recostados el uno sobre el otro, como si fueran una pareja en plena luna de miel.

Con las manos empuñadas y la ira creciendo en su interior, Rubén camino hacia ellos. Con cada paso que daba sentía como si sus pies se estuvieran volviendo de plomo.

Los ojos de Lolito fueron los primeros en cruzarse con los de Rubén. "Amigo, lo siento mucho...", dijo el con una mirada engañosa, fingiendo disculpa nada convincente.

Entonces, Mangel se dio la vuelta y vio a su novio caminando hacia ellos. Sin pensarlo, apartó inconscientemente a Manuel y se levantó a toda prisa antes de que Rubén pudiera decir algo. "Hola Rubius", lo saludó con una sonrisa nerviosa.

Aterrorizado, evitó mirarlo a los ojos y de repente perdió el valor para enfrentarse a él.

"Mangel, cuéntale todo", dijo Lolito.

"No digas tonterías. ¡Basta! Esto es serio". Y en seguida, Miguel fulminó con la mirada a Manuel, advirtiéndole que se callara o terminaría delatándolo. Luego, se volvió hacia Rubén y le dijo: "Rubén, prometo que más tarde te lo explicaré todo, pero ahora necesito que le digas a la policía que somos inocentes". Su tono fue tan casual como si se tratara de algo de rutina.

Entonces, extendió la mano para acercarse a él, pero en lugar de corresponder a su gesto, Rubén lo miró con disgusto y le dijo a secas: "Será mejor que tengas una buena explicación para esto".

Después de cumplir con los trámites y requisitos necesarios, Mangel y lolito fueron liberados y los tres salieron juntos de la comisaría.

"Miguel, ¿cómo pudiste hacerme esto? i Eres un imbécil!", gritó Rubén enojado cuando salieron.

"¡Escúchame, Rubén!", le suplicó Miguel con el ceño fruncido mientras trataba de sostener su mano, pero él no se dejaba tocar.

"¡No quiero escuchar ni una sola palabra tuya! No después de haberte descubierto en el acto teniendo una aventura con otro hombre", le gritó a Miguel. "¿Cómo te sentiste cuando el policía te acusó de haberte acostado con un prostituto? Si hubiera sabido lo que realmente estaba sucediendo, nunca habría venido a la comisaría a salvarte el pellejo". Rubén se limpió las Iágrimas que brotaban de sus ojos hinchados, que estaban llenos de ira y decepción.

Los besos de SamuelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora