»God is a woman ✔️ +18 [ Lizkook ] [ Omegaverse ]

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El día tan esperado, había llegado, los arreglos florales, las mesas, las sillas, la orquesta que tocaba música ligera, los asientos para llevar a cabo la ceremonia de unión, los platillos...todo estaba listo, excepto una linda Omega que se encontraba aún dormida.

—Despiertala — el Alfa negó rotundamente.

—No, despiertala tú — contradijo.

—No gracias, ¿Sabías que las Omegas en cinta pueden ser muy agresivas? Ni hablar, puedo ser tu amigo, pero no voy a ser un cadáver — soltó una risita nerviosa.

—Aquí, es donde entro yo — una Omega pelinegra se hizo paso por enmedio de ambos Alfas, uno siendo su Alfa y otro el Alfa de la Omega que estaba dormida. —Vean y aprendan, Alfas de pacotilla.

La Omega camino hacia un costado de la cama donde descansaba la Omega, Jisoo, tomó la orilla de la cobija, la jaló y salió corriendo fuera de la habitación, dejando anonadados a ambos Alfas.

—¡JungKook! — ambos se asustaron ante el grito de una Omega recién despierta y de un mal humor.

—Voy a matar a Jisoo — dijo entre dientes, mientras forzaba una sonrisa.

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Una peineta que sostenía el gran velo que media más de un metro; fue colocada con delicadeza, cerca de la cebolla bien hecha con su cabello.

—Ow, quiero llorar — la Omega pelinegra se abanico aire, mientras batía sus pestañas para no llorar realmente.

—No, no lo hagas, me harás llorar a mi también, además se nos arruinara el maquillaje a ambas — Lisa tomó sus manos y le sonrió, transmitiendole paz y tranquilidad.

—Bien, bien...me voy a calmar — dijo.

Lisa volvió a sentarse en el taburete, con algo de dificultad, ya que el vestido era grande, muy voluminoso y estorboso para poder sentarse correctamente. Media hora después de completar el maquillaje y pequeños detalles, SeokJin, un Alfa de Jisoo, entro a la habitación, diciendo que había una visita especial para Lisa, la cuál la hizo pasar algo, confundida.

Jisoo salió con SeokJin, debía dar privacidad, quien quiera que sea, así que prometió regresas unos minutos antes de la ceremonia.

La puerta fue tocada, Lisa les dió paso, la puerta se abrió y quiso vomitar en ese momento.

—¿Q-Qué...Qué hacen aquí? — dió dos pasos hacia atrás.

—¿Para eso escapaste de casa? — preguntó aquel Alfa. Lisa negó, estaba asustada.

—¡Eres una cualquiera! — le gritó su madre sin pudor alguno. —Te saliste del camino de Dios, para irte por el camino del mal, la lujuria y perdición — la señaló.