»God is a woman ✔️ +18 [ Lizkook ] [ Omegaverse ]

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Capítulo dedicado a: AralethvaleriaGutier FelicitasDigiusto  ambas me faltaron en el capítulo anterior.

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Maratón 2/?

—Ella es Mina, una amiga mía, te estará ayudando a manejar la computadora y a aprender inglés — la chica hizo una reverencia, la cual, la Omega también le regreso. Mina era una beta, con olor a rosas.

—Un gusto conocerte — Rosé sonrió.

—Lo mismo digo.

—Bueno, las dejo para que vayan avanzando. Rosé cuando acabes tu clase con Mina, ve a mi oficina, empezaremos a trabajar desde hoy, sólo lo básico, para que no te estreses mucho — Rosé asintió e hizo una reverencia a JiMin. —Bueno, me voy, cualquier cosa que suceda estoy en mi oficina — ambas chicas asintieron.

JiMin se dió la media vuelta y subió al elevador, dejando solas a ambas.

Rosé se giró hacia la chica, que para ser honesta, era muy bonita.

—¿Con que empezaremos? — preguntó.

—¿Tú? Empezarás a entender tu posición en este lugar — la voz tosca y la mirada de desdén que le dió la beta, Rosé se sintió intimidada, había actuado amable y comprensible, para que la tratara así ahora.

—¿Disculpa?

—Sé con que intenciones vienes, tal vez no te has dado cuenta o no te lo han dicho, pero la familia Park está muy contenta de tenerme como nuera,y dudo mucho que quieran a una mesera como tú por su casa y para su hijo — las palabras eran soltadas con tanto veneno, que taladro el corazón de Rosé, sí, ella estaba interesada en JiMin, pero no podía por una razón, la cual tenía tres años y medio.

—Yo no quiero nada con el Alfa JiMin, él es sólo mi jefe y ya. No sé qué tipo de relación tengan ustedes dos, pero los felicito de todo corazón y no te preocupes, no interferire entre ustedes, puedes quedarte sin cuidado — dijo, aguantando las ganas de salir corriendo de ahí, necesitaba el trabajo.

—Eso espero, de lo contrario, me veré en la necesidad de enseñarte tu lugar, cómo te lo mereces — Mina sonrió, había logrado intimidar a la pobre Omega, quien estaba mirando sus manos. —Vamos, empezaremos con las lecciones.

Rosé no se sentía muy segura con esa mujer a su alrededor. Habían pasado una semana, la cual había sido vigilada por Mina, cada vez que estaba en la cafetería y su jefe bajaba a tomar algún refrigerio, o cuando la llamaba a su oficina, no la dejaba ir, no sin antes darle una amenaza de por medio, Rosé se sentía incómoda y harta.