Una vida contigo

Capítulo 31

Evan

Terminé de ponerme la corbata y suspiré ante el espejo. Hoy me gradúo. Michael intentó hablar conmigo durante toda la semana, acerca de mis papás. Ignoré el tema todo lo que pude. Danica dijo que me había notado algo triste y no supe que decirle. No estoy triste, sólo estoy...dolido. Mis papás jamás creyeron en mí y hoy sólo quisiera gritarles en la cara que lo logré, logré sacar buenas notas y graduarme. La parte positiva de todo esto es que no los tengo respirándome en la nuca y preguntándome acerca de la universidad. No tengo idea qué es lo que haré.

Salí del cuarto y me acerqué a las escaleras. Vi a Michael salir de su cuarto también y le silbé en broma.

—No empieces.

Está de mal humor, lleva así una semana. Su plan era ir a la fiesta de graduación con Lucía, pero Matías le ganó y le pidió primero. Ahora tiene que ir con Julia, porque no había nadie más disponible.

—Julia se pondrá feliz al ver a su acompañante de esta noche —reí.

—Primero es la graduación, así que no tengo que estar mucho tiempo con ella —me miró—. Preferiría ir hasta con Micaela.

—Sí, claro —volví a reír, pero esta vez con sarcasmo y abrí la puerta de la casa.

Subimos al carro y pusimos música a todo volumen. Creo que seremos los únicos sin familia en nuestra graduación.

Llegamos al colegio y bajamos del carro. Las chicas voltearon a mirarnos y comenzaron a susurras cosas y sonreír. Michael las saludó y yo en cambio, las ignoré cómo siempre.

Entramos al auditorio y busqué a Danica. La vi sentada con Lucía y quise ir, pero teníamos que ponernos el birrete y la toga.

Terminamos de cambiarnos y sonreí.

—Soy un genio —comenté mirándome la toga y Michael rio.

—Estoy orgulloso de ti, hermano —nos abrazamos.

Caminamos hacia las chicas y Danica se levantó a abrazarme.

—¡Llegaste! —sonrió—. No puedo creer que haya llegado el día —nos sentamos y me dio la mano—. ¿No estás nervioso? —preguntó ansiosa y reí.

—Estoy tranquilo —la miré—. ¿Lista para recibir tu premio? —negó con la cabeza.

—¿Crees que lo gane? —asentí con la cabeza.

—Claro que sí, eres Einstein —se echó en mi hombro y suspiró—. Estoy ansioso por ver el vestido que tienes puesto —se puso un poco roja.

—Espero que tu corbata sea roja —asentí con la cabeza.

—Lo es —le di un beso y justo la ceremonia empezó.

Empecé a quedarme dormido y Danica no podía parar de reír. Estábamos en primera fila e iba a salir dormido en las fotos que estaban tomando de rato en rato. De un momento a otro escuché que ya iban a llamar a los ganadores de los premios académicos.

Pensé en el premio que mi equipo de fútbol no recibió, todo porque sin capitán, perdieron. Sabía que Derek y Fabrizio arruinarían todo y ahora el imbécil de Derek tiene mi beca y se la darán frente a todos.

Miré a Danica y me agarró la mano muy fuerte.

—La ganadora o ganador del premio a mejor alumna de este año es... —habló el director académico y miró hacia nosotros—. ¡Danica Jones! —la abracé muy fuerte y las personas aplaudieron.

Subió al escenario y recibió su premio. Estoy tan orgulloso de ella.

—¡Mira! —gritó emocionada mostrándome su premio y sonreí.