TU CAMINO : Después de Aristemo.

CONFRONTACIÓN

El celular, a causa de la fuerza empleada, rebotó en la cama y cayó al suelo, sin embargo, el castaño no se preocupó de esto debido a la rabia que sentía en ese momento, tomó uno de los peluches que tenía a mano lanzándolo contra el suelo, repitiendo la acción con todo lo que encontró a su paso mientras gritaba.

-¡Estúpido mal nacido, hijo de tu repu*** madre! -guiado por sus emociones viscerales, tal escándalo alertó a su madre, quien llegó hasta él.

-Joaquín ¿Qué pasó?, ¿Por qué ese escándalo? -comentó alarmada y preocupada por la respiración agitada de él, ya que no solía tener esas reacciones. Con un poco de trabajo logró sostenerlo de los hombros y que la mirara a los ojos- ¿Qué pasó? -con la respiración agitada Joaquín logró conectar con la mirada de su madre, bastó solo un segundo para que rompiera en llanto, aferrándose a ella. Un llanto dolido, amargo y afligido.

Elizabeth atinó sólo a devolver el abrazo, dispuesta a ser la protección y el soporte de su hijo. Por su mente pasaban mil ideas y en más de alguna la que más se repetía era Emilio, pero decidió no preguntar de inmediato porque sabía que no tendría respuesta y esperaría a que él le contara.

-Estoy cansado que siempre estén opinando y atribuyéndose cosas que no les corresponde, me tienen hasta la madre -dijo Joaco un poco más calmado, pero con voz débil.

-Tú sabes que siempre van a estar hablando. ¿Quién fue para que te afectara tanto ahora?

-Niurka. ¿Por qué justo tiene que ser mamá d-de...él? -tartamudeó al notar que referirse a Emilio podría provocar que más lágrimas salieran.

-Ya entiendo, pero sabes que Emilio no es su mamá- al nombrar al mayor, su hijo se aferró aún más a ella, por lo que supuso había algo más.- Ya tranquilo, deja que pase un poco de agua bajo el puente, enfócate mejor en mañana que te haras los tatuajes que tanto querías.

Joaquín solo suspiró agotado y siguió aferrado a su madre un rato más, buscando el consuelo que necesitaba.

°°°

Los siguientes días fueron pasando y Eli aún esperaba que Joaco le contara qué es lo que realmente había pasado, cuando vio que esto no ocurría, no quería parecer entrometida, pero el constante ánimo alicaído de su hijo le hizo decidirse a tomar cartas en el asunto, por lo que ya se encontraba esperando a Emilio, quien estaba finalizado su clase de skate. Cuando esto ocurrió, el se subió al vehículo, siendo Eli quien comenzó con la plática.

-Emilio, sin ahondar en el tema, te llevo bastantes años de experiencia y puedo darme cuenta perfectamente que algo pasó entre tú y Joaquín, no quiero ser entrometida, pero me preocupa esta situación-dijo la mujer mirando al rizado, lo que provocó un suspiro en él.- No te voy a juzgar por lo que dijo tu madre, porque puedo darme cuenta que en parte tiene razón, pero sé que hay algo más que esas palabras, es mi hijo y no voy a dudar en defenderlo de quien sea.

-Lo sé, pero es algo de lo que no quisiera hablar por ahora, acepto que yo también lo lastimé, sin pensar lo hice, y es algo que no sé si podamos arreglar, así como tú lo proteges, yo no puedo permitir que se meta con mi familia, sean como sean, son eso, mi familia y le debo todo a ellos. Y lo siento, pero me cansé de ser siempre el que da su brazo a torcer, el que siempre pide perdón, me cansé de sentirme culpable, así que por ahora no tengo más que decir.

-Emilio, tú sabes que te quiero mucho y también conozco a mi hijo, lo conozco mucho, por eso quisiera darte un consejo, es mejor perder el orgullo por la persona que amas, que perder a la persona que amas por orgullo.- El muchacho dirigió su mirada a sus manos que descansaban en su regazo, su mandíbula se tensó en clara manifestación de que algo le molestaba, pero no dijo nada hasta que volvió la vista a Eli.