TU CAMINO : Después de Aristemo.

RESOLUCIÓN

Sentado en su cama, Joaquín pensaba en lo ocurrido en el elevador, especialmente en el abrazo que le dio a Emilio para calmarlo, sabía que se iba a arrepentir y así fue. El sentir el contacto nuevamente, provocó que sintiera un hormigueo en la punta de los dedos y una electricidad que recorrió todo su cuerpo, no entendió el porque, bueno, más bien sí lo entendía, pero se hacía el menso ya que no quería verbalizarlo para que se hiciera real. Por lo que para despejar su mente, sintió que la meditación le ayudaría a estar mejor, era una actividad que practicaba desde su adolescencia y que le había ayudado a estar en más conexión consigo mismo. Sin embargo sus planes fueron cambiados, porque su amiga Nicole le estaba llamando.

-Hola hermoso, precioso, ¿Cómo está el mejor amigo de todos?, ¿Cómo van las grabaciones?- dijo con voz risueña

-Hola corazón. Todo bien-contestó el castaño en un tono que su amiga inmediatamente notó como pensativo.

-Uy, parece que he llamado en un mal momento.

-No, no, no te preocupes, es solo que tuve un día extraño.

-¿Quisieras contarme?-preguntó ella con delicadeza

-No lo quiero decir porque si lo digo se vuelve real y es lo que justamente no quiero en este momento, menos que hace tan poco que corté con Enzo.

-Esto me huele a Emilio o ¿me equivoco?-al otro lado de la línea hubo un silencio sepulcral, lo que le indico a Nicole que estaba en lo correcto- Con el silencio me lo dijiste todo. Bueno, hablemos de otra co...

-Cómo puede desequilibrarme tanto el solo tenerlo cerca- interrumpió el castaño a su amiga, quien se tomó un momento antes de responder.

-Eso es algo que solamente tú puedes responderte, aunque lo suyo fue tan fuerte y como quedó inconcluso, era de suponer que si se volvían a ver podía pasar, siempre las historias pendientes están al acecho en la mente, busca en ti mismo como sabes ya hacerlo. Buscar el balance entre la razón y el sentimiento.

-¿Qué haría sin ti?. Siempre sabes decir la palabra justa en el momento indicado Tenía miedo de verbalizarlo, sabes que las palabras nunca han sido realmente lo mío.

-Por eso, busca en tus sentimientos. Y de nada siempre cuentas conmigo. Y ahora, no sabes a quien me encontré el otro día en un restaurant...

-Ay no sé, ¿a quién?- preguntó curioso e impaciente por el chisme. Ambos continuaron hablando y pasando un grato momento.

Por su parte Emilio estaba en su departamento, ya más calmado aunque le rondaba lo que había sucedido, no recordaba muchos detalles, su conciencia estaba enfocada en la situación de peligro, sus fervientes deseos de salir del ascensor eran mayor a la contemplación de los hechos que le rodeaban, sin embargo podía recordar la sensación de calma que los brazos del menor le dieron. El timbre de la puerta lo sacó de estar sumergido en sus pensamientos, era Ale con una pizza margarita y un refresco de sus favoritos, porque se había enterado de lo sucedido.

-Debí imaginar que te iban a informar-le dijo Emilio mientras la hacía pasar.

-Estimado, soy tu manager, de todo me informan-dijo ella sonriente ingresando al lugar y dejando la pizza y refresco sobre la mesa principal.

-Y ¿podría saber quién te aviso?

-La producción, me comentaron que una niña amorosa te trajo y que Joaquín venía de acompañante.

-Ah sí, Andrea, la he visto conversar con mi compañera de reparto Valentina.

-Sí, ella misma. Pero quisiera que tú me explicaras bien lo sucedido en el ascensor.