Llegada a Hogwarts

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 *Narrador omnisciente*

     Aquel día el colegio no estaba nada tranquilo, sin contar que al día siguiente llegaban los muchachos brutos y las chicas francesas y había que hacer muchos preparativos por el colegio corría el rumor de que ese día llegaría una nueva estudiante, rumor el cual todos intentaban corroborar, persiguiendo a sus profesores para preguntar si esto era cierto o falso, lo cual, ninguno afirmo o negó. Por esto algunos intentaron incluso preguntarle a Dumbledore, pero este solo respondía con acertijos que solo estudiantes excepcionales podían resolver... y obviamente no lo harían porque estaban ocupados en sus propias cosas.

     La profesora Minerva tampoco era la excepción a esto, todo el tiempo tenía a unos dos o tres estudiantes de la casa de los leones tras de ella preguntándole si era cierto el rumor, a lo que ella solo respondía que tenía prisa, ¿y para que tenía prisa?, pues... en un principio Hagrid debía llegar a buscarte a la estación del tren, pero a ultimo minuto una de sus criaturas se enfermó y no quiso separarse de esta, por lo tanto McGonagall debía llegar lo antes posible a la estación para recibirte, y de paso llevarte al callejón diagon por algunas cosas que previamente avisaste que te faltaban, esto debido a que en tu antigua escuela no pedían al completo las mismas cosas que en Hogwarts, y también te faltaba comprar un libro que en tu antigua escuela si pedían, pero no lo habías conseguido.

     Los más curiosos con respecto a quien llegaría a la escuela eran los leones, estaban seguros de que sería alguien más para su casa, pero algunos de las serpientes esperaban que el nuevo o la nueva, fuera designado a su casa, estaban escasos a decir verdad. 

***

     En el patio de Hogwarts un chico de cabello rubio platinado estaba en uno de los árboles, pensativo, mirando a la nada, pocas veces podía estar así, más específicamente, solo cuando el patio estaba solo o el se alejaba de todos. No entendía el porque del alboroto por un simple rumor de un estudiante nuevo, quizás y ni siquiera llegaba ese tal estudiante y todo era una mentira... o talvez no lo era, y por eso los maestros lo tenían tan en secreto... ¿pero entonces como fue que alguien se entero? o ¿quién fue el primero que se enteró?, preguntas así pasaban por la cabeza del rubio, eso hasta que uno de los profesores, más concretamente Snape, lo sacó de sus pensamientos. 

-Malfoy, ¿se puede saber que hace en el patio cuando se les pidió que se reunieran lo antes posible en el gran comedor?

-Espero a que "lo antes posible" sea que llegue tarde. 

-Bájate de ese árbol en este instante antes de que venga algún otro maestro y baje puntos a nuestra casa.

-Bien - Draco bajó del árbol con notorio fastidio y fue escolado al Gran Salón por el profesor Snape. - Profesor, ¿es cierto lo del estudiante transferido? 

-No puedo afirmarlo ni negarlo por cuestiones profesionales señor Malfoy. - Esta respuesta obviamente molesto a Draco, pero, por el simple hecho de estar en presencia de un profesor decidió no decir nada.

***

     Ya en el gran comedor, con todos los miembros de todas las casas y todos los profesores reunidos, solo faltando Dumbledore, se podía sentir la duda en el aire, todos los estudiantes estaban susurrándose los unos a los otros especulando sobre lo que pasaría, era tal la magnitud de los murmullos que parecía que estaban gritando. 

     Después de unos minutos todos los alumnos se callaron, o más bien después de que Snape gritara que todos se callaran, y solo unos segundos después se oyeron los pasos de Dumbledore, dirigiéndose hasta el frente para hablarle a todos. Los más observadores en el Gran Comedor se preguntaban porque llevaban el sombrero seleccionador, esto obviamente respondía a sus dudas del alumno transferido, y entre los alumnos observadores se encontraba el propio Draco Malfoy, y también tres de las cuatro cabezas pelirrojas que se encontraban en la casa de los leones. 

Entre ambas casasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora