(EN CORRECCIÓN)
Las personas correctas son los únicos que te hacen cambiar.
Hannah Potter, quien es conocida como la niña que tuvo suerte al sobrevivir junto a su hermano, Harry Potter, cuando intentaron asesinarlos. Ambos recibirán la noticia de...
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Narra Hannah.
Dejamos atrás al gran comedor, la música se escuchaba cada vez más bajo a medida que nos alejábamos, Fred se quitó su túnica quedando en chaleco marrón y camisa blanca. Caminábamos por los pasillos hasta detenernos en una en medio, viendo una ventana que mostraba la noche estrellada y el luar de la luna haciendo iluminar la nieve que estaba en la copa de los árboles de pino.
—¿Te gustó el baile? — me pregunta Fred con una sonrisa, se notó que a él le gustó mucho.
—Si, aunque la entrada no tanto. No estoy acostumbrada a que todos me miren — dije mirando las estrellas - Pero después del baile, me sentí bien.
—Tu eres como Ron, eres tímida pero cuando te desenvuelves te diviertes mucho.
—Ron es un tonto alguna veces.
Fred sonríe mirando hacia abajo.
—Ron no sabe como tratar a las chicas, normalmente lo arruina — dijo con una media sonrisa
—¿Ron se ha enamorado alguna vez?— pregunté curiosa.
—Lleva enamorado de la misma chica por dos años — contestó Fred con tranquilidad.
—¿Sabes quien es? — lo miré curiosa.
—Claro que sí, tu también la conoces —dijo burlón.
—¿La conozco? ¿Es de Gryffindor?
Fred ríe.
—La conoces desde el primer año. Te juntas con ella todo el tiempo.
—¿Hermione? — exclamé sorprendida, todo tenia sentido — Por eso Ron se comportó como un tonto, estaba celoso— aclaré, Fred me miró y asintió —¿Quiénes lo saben?
—A parte de George y yo. Lo sabe Bill, Charlie y tú. Nos dimos cuenta en como Ron la mira y cuando lo obligamos a decirnos se puso nervioso.
—¿Por qué no me dijo? — dije fingiendo enojo.
—Siempre estás con Hermione, y Ron pensaba que le dirías a Hermione si te lo contaba.
—Jamás se lo diría a Hermione si es un secreto — respondí.
Una ráfaga de viento pasó sobre nosotros, despeinando el cabello de Fred.
—¿Te he dicho que te vez hermosa con ese vestido? —dijo Fred de forma coqueta.
—Si, Gracias— agradecí con las mejillas enrojecidas — El peinado fue idea de Fay Dumbar.
—Estás bellísima— volvió a decir Fred. Nos quedamos viéndonos por unos segundos, comencé a sentir una extraña sensación en el estómago, sentí como las manos me comenzaron a sudar y como las piernas empezaron a temblar un poco, sin razón alguna me acerqué un poco a Fred, él acercó su mano a la mía y la tomó. Miré nuestras manos que estaban unidas y volví a elevar mi mirada viendo nuevamente a Fred, sus ojos cafés me miraban con un brillo como si fuera la primera que me veian...
