Capítulo 98

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NOVENTA Y OCHO

NOVENTA Y OCHO

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- Señor, no hace falta que alguien más me ayude - protestó Hannah mirando a Snape.

-Créame señorita Potter, hará de muy gran ayuda que Malfoy la ayude- exclamó Snape en un tono alto -. Ahora largo, los dos.

Hannah tomó su mochila y salió del aula pasando de largo a Draco, quien se quedó parado sosteniendo la puerta. Hannah miró a todos lados buscando a su hermano, pero no estaba por ninguna parte, maldijo en si interior porque está vez Harry no la podra ayudar. Sin más preámbulos,  comenzó a caminar.

- Hannah - pronunció detrás de ella cuando se terminó de cerrar la puerta. Hannah paró en seco, sintiendo como su piel se erizaba cada vez que el pronunciaba su nombre, la chica dio dos pasos más Pero se detuvo al volver a escu su nombre -. Hannah, por favor - su voz sono quebrada - Me estás matando.

- Tu fuiste quien arruinó todo - susurró Hannah dándose vuelta,  quedando frente al chico -. Ya no sé si arreglar las cosas contigo porque me da miedo el hecho del no saber si lo arruinarás de nuevo.

- Créeme, yo temo por muchas cosas y me siento tan sólo - Draco se acercó a ella quedando a unos metros, Hannah sentía ese mismo miedo, la ansiedad los mataba a ambos.

En el fondo, Hannah sabía que era verdad. Sus acciones eran molestas pero lo hacía por razones para nada entendibles, pero para él significaba mucho. Hannah miró al chico, sus miradas frias chocaron haciendo temblar el alrededor. Se podía sentir la adrenalina en el ambiente.

- Nos vemos mañana en la casilla del lago negro... - dijo Hannah intentando sonar firme pero su tono de voz se quebró -... sólo vamos a entrenar, no... no para ha... hablar.

Draco hizo una leve sonrisa.

-Me encanta cuando te pones nerviosa, conmigo.

- Cállate- exclamó nerviosa y sonrojada, dio media vuelta para irse pero se tropieza con la túnica, haciendo tres zancadas grandes hacía adelante evitando caer. Dos hilos de sudoración cayeron por su frente de la gran vergüenza, Hannah se quedo inmovil como si le hubieran hecho un  encantamiento paralizante - ¿Por qué eres así? - se dijo a si misma.

-¿Estás bien? - preguntó Draco con una pequeña sonrisa.

-¡Si! - gritó Hannah para luego irse corriendo

Hannah encontró a Harry, Ron y a Hermione en la biblioteca, haciendo los últimos deberes que la profesora Umbridge les había mandado. Había otros estudiantes, casi todos de quinto curso, sentados a las mesas cercanas, iluminadas con lámparas; tenían la nariz pegada a los libros y rasgueaban febrilmente con las plumas, mientras detrás de las ventanas con parteluz el cielo se iba oscureciendo poco a poco. Lo único que se oía, aparte del rasgueo de las plumas, eran los débiles crujidos de uno de los zapatos de la señora Pince mientras la bibliotecaria se paseaba amenazadoramente por los pasillos vigilando a los estudiantes que tocaban sus valiosos libros. Hannah tenía escalofríos; todavía le dolía la cicatriz y se sentía como si tuviera fiebre. Cuando se sentó junto a Harry y frente a Ron y Hermione, se vio reflejada en la ventana que tenía delante; estaba muy pálida y la cicatriz de la frente destacaba más de lo normal.

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora