SESENTA Y OCHO
Narrador.
Hannah sintió que los pies daban contra el suelo. La pierna herida flaqueó, y cayó de bruces. La mano, por fin, soltó la Copa de los tres magos.
—¿Dónde estamos? — preguntó.
Cedric sacudió la cabeza. Se levantó, ayudó a Hannah a ponerse en pie, y los dos miraron en torno.
Habían abandonado los terrenos de Hogwarts. Era evidente que habían viajado muchos kilómetros, porque ni siquiera se veían las montañas que rodeaban el castillo. Se hallaban en el cementerio oscuro y descuidado de una pequeña iglesia, cuya silueta se podía ver tras un tejo grande que tenían a la derecha. A la izquierda se alzaba una colina. En la ladera de aquella colina se distinguía apenas la silueta de una casa antigua y magnífica.
Cedric miró la Copa y luego a Hannah.
—¿Te dijo alguien que la Copa fuera un traslador? — preguntó.
— Nadie—respondió Hannah mirando el cementerio. El silencio era total yalgo inquietante—. ¿Será esto parte de la prueba?
— Ni idea — dijo Cedric. Parecía nervioso —. ¿No deberíamos sacar la varita?
— Sí — asintió Hannah, contenta de que Cedric se hubiera anticipado a sugerirlo.
Ambos las sacaron. Hannah seguía observando a su alrededor. Tenía otra vez la extraña sensación de que los vigilaban.
— Alguien viene — dijo de pronto.
Escudriñando en la oscuridad, vislumbraron una figura que se acercaba caminando derecho hacia ellos por entre las tumbas. Hannah no podía distinguirle la cara; pero, por la forma en que andaba y la postura de los brazos, pensó que llevaba algo en ellos. Quienquiera que fuera, era de pequeña estatura, y llevaba sobre la cabeza una capa con capucha que le ocultaba el rostro. La distancia entre ellos se acortaba a cada paso, permitiéndoles ver que lo que llevaba el encapuchado parecía un bebé... ¿o era simplemente una túnica arrebujada?
Hannah bajó un poco la varita y echó una ojeada a Cedric. Éste le devolvió una mirada de desconcierto, Hannah se puso junto a Cedric un poco más adelante de él. Uno y otro volvieron a observar al que se acercaba, que al fin se detuvo junto a una enorme lápida vertical de mármol, a dos metros de ellos. Durante un segundo, Hannah, Cedric y el hombrecillo no hicieron otra cosa que mirarse.
Y entonces, sin previo aviso, la frente empezó a dolerle. Fue un dolor más fuerte que ningún otro que hubiera sentido en toda su vida. Al llevarse las manos a la cara la varita se le resbaló de los dedos. Se le doblaron las rodillas. Cayó al suelo y se quedó sin poder ver nada, pensando que la cabeza le iba a estallar
— Hannah, Hannah ¿Estás bien? — preguntó Cedric agachándose y posando su brazo en su cabeza.
Desde lo lejos, por encima de su cabeza, oyó una voz fría y aguda que decía:
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Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco Malfoy
Fiksi Penggemar(EN CORRECCIÓN) Las personas correctas son los únicos que te hacen cambiar. Hannah Potter, quien es conocida como la niña que tuvo suerte al sobrevivir junto a su hermano, Harry Potter, cuando intentaron asesinarlos. Ambos recibirán la noticia de...