Capítulo 57

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CINCUENTA Y SIETE

CINCUENTA Y SIETE

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Narra Hannah.

Deseosos de impresionar a los visitantes de Beauxbatons y Durmstrang, Todo Hogwarts parecían determinados a engalanar el castillo lo mejor posible en Navidad. Cuando estuvo lista la decoración, Harry y yo pensamos que era la más sorprendente que habíamos visto nunca en el castillo: a las barandillas de la escalinata de mármol les habían añadido carámbanos perennes; los acostumbrados doce árboles de Navidad del Gran Comedor estaban adornados con todo lo imaginable, desde luminosas bayas de acebo hasta búhos auténticos, dorados, que ululaban; y habían embrujado las armaduras para que entonaron villancicos cada vez que alguien pasaba por su lado. Era impresionante oír Adeste, fideles... cantado por un yelmo vacío que no sabía más que la mitad de la letra. En varias ocasiones, Filch, el conserje, tuvo que sacar a Peeves de dentro de las armaduras, donde se ocultaba para llenar los huecos de los villancicos con versos de su invención, siempre bastante groseros.

Yo estaba muy feliz de haber encontrado una pareja para el baile de navidad, Fred era una gran persona y no era cualquier chico al quien podría aceptar, Fred es un chico muy lindo al igual que George y ambos tienen una personalidad muy especial, Fred me dijo que se pondrá su mejor traje de gala para no avergonzarme al momento de abrir el baile, lo cual a mi no me importaría si Fred asiste al baile con un traje extravagante y lleno de bromas, sería divertido. En cuanto a Harry, él aún no había invitado a Cho al baile. Él y Ron se estaban poniendo muy nerviosos aunque, como Harry observó, sin pareja. Harry no quería ir al baile sin pareja, no quería que lo vieran como el hermano sin pareja.

—Supongo que siempre quedará Myrtle la Llorona — comentó Harry en tono lúgubre, refiriéndose al fantasma que habitaba en los servicios de las chicas del segundo piso.

—Tendremos que hacer de tripas corazón, Harry —le dijo Ron el viernes por la mañana, en un tono que sugería que se proponían asaltar una fortaleza inexpugnable—. Antes de que volvamos esta noche a la sala común, tenemos que haber conseguido pareja, ¿vale?

—Eh... vale —asintió Harry.

—Hay muchas chicas que están solas en la biblioteca, ¿Por qué no invitan a cualquier chica? Ellas no se negarán — dije para animarlos pero Ron me miró mal.

—No busco a cualquiera, quiero ir al baile con una chica linda— dijo mirando a un grupo de chicas.

—Ron, eres un tonto. Las chicas lindas no van a ser lindas por siempre — dije con firmeza —Tienes que salir con alguien con quien puedas ser tú mismo. Ya sabes... sin que te critiqué por la manera en cómo comes.

— ¿Qué problema hay en la manera en cómo como?— pregunta Ron sin entender mi referencia.

—Eso no importa, Ron. Tienen que buscar a alguien. Traten de buscar a la indicada y no se fijen solo en una — dije lo ultimo mirando a Harry.

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora