(EN CORRECCIÓN)
Las personas correctas son los únicos que te hacen cambiar.
Hannah Potter, quien es conocida como la niña que tuvo suerte al sobrevivir junto a su hermano, Harry Potter, cuando intentaron asesinarlos. Ambos recibirán la noticia de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las vacaciones finalizaron, rapidamene, un día antes de la vuelta clases, Hannah y Scorpius estaban empacando sus cosas, con ayuda de Draco, quien estaba de allá para acá, de una habitación a otra, ayudando y buscando cosas.
―¡Papá, no encuentro mis calcetines negros con manchas amarillas!―Gritó Scorpius desde su habitación.
Draco llegó corriendo a la habitación de su hijo, con su varita en mano, viendo que había un desastre en su habitación, levantó su varita, haciendo un movimiento circular en el aire y todo comenzó a ordenarse por sí solo.
―Accio Calcetines―pronunció y todos los Calcetines que había en la habitación, comenzaron a flotar, dirección a la cama, cayendo sobre la colcha, ordenadas, emparejadas y dobladas.
Scorpius miró todos los calcetines, tomando los que buscaba, agregando otros pares más al baúl.
―¿Eran esos?
―Sí, gracias, Papá.
―Y tú, crea un orden, para que esto no pase―reclamó en un tono calmado, saliendo de la habitación del infante y dirigirse a la habitación que comparte con Hannah―. Oye, amor. ¿Ya tienes el libro de las defensas contra?
―Contra los hechizos mal usados―respondió Hannah, metiendo unas prendas en su baúl―, sí. Los compré hace días.
―Tengo ganas de verte dar clases, debes verte muy sexy―bajó la voz al final, arqueando ambas cejas, picaron Hannah rueda los ojos al escucharlo―. Si quieres un día te visito y...― Una almohada estampó su cara haciéndolo caer de espalda sobre la cama.
―Deja de decir tonterías
Lo regañó en un susurro, después de haber quitado la almohada de encima de su cara, Draco se levanta de la cama, de un salto, juguetón; caminando lentamente, notando que la mirada de Hannah lo seguí hasta que llegó detrás de ella y posar ambas manos sobre sus caderas, apretándola sumamente.
―No son tonterías, te amo y amo tu cuerpo―susurra en su oído.
―Tengo cuerpo de cincuenta años―bromeo Hannah, soltando una risita―. Tengo estrías del embarazo y subí de peso.
―Eso no quita que eres hermosa, yo me enamore de esto―subió su mano hasta llegar al corazón―. Y de esto―besó su cabeza―Y al amar todo eso, también me hace amar tu cuerpo, lo sexy que te ves cuando te molestas, cuando te duchas, cuando roncas, cuando te enfermas, cuando hacemos el amor. Tus imperfecciones te hacen perfecta para mí.
》 Eres y serás la primera y única persona, que me ha hecho ser quien soy y sin ti, sin todo aquello que te define.
》No habría sido capas de poder tener un patronus cuerpo completo. Eres el único recuerdo feliz que tengo que me hace poder hacerlo... y también Scorpius―hizo una pausa―. Te amo.
