Capítulo 35

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TREINTA Y CINCO

TREINTA Y CINCO

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Narrador

Los días pasaron rápidamente. Hannah y Draco habían discutido por lo ocurrido con BuckBeak y no se dirigían la palabra, una que otra mirada se les escapaba a lo lejos. Gryffindor le había ganado a Ravenclaw en el quidditch. Toda la sala estuvo en celebración, Hannah hablaba con Fred de la gran maniobra que hicieron para batear la Blogger mientras ambos comían tarta de piña, Hermione estaba tomando jugo de calabaza mientras hablaba con Neville. Harry y Ron celebraban junto con el resto del equipo de quidditch. Wood estaba más feliz que nunca.

—Si Scabbers no hubiera muerto, podría comerse ahora unas cuantas moscas de café con leche, le gustaban tanto...

Hermione se echó a llorar. Antes de que Harry pudiera hacer o decir nada, se puso el mamotreto en la axila y, sin dejar de sollozar, salió corriendo hacia la escalera que conducía al dormitorio de las chicas, y se perdió de vista.

—¡Harry! — gritó Hannah desde las escaleras, donde estaba sentada con Fred, quien miraba a Ron con decepción y negando con la cabeza.

—¿No puedes darle una oportunidad?—preguntó Harry a Ron en voz baja.

—No —respondió Ron rotundamente—. Si al menos lo lamentara, pero Hermione nunca admitirá que obró mal. Es como si Scabbers se hubiera ido de vacaciones o algo parecido.

La fiesta de Gryffindor sólo terminó cuando la profesora McGonagall se presentó a la una de la madrugada, con su bata de tela escocesa y la redecilla en el pelo, para mandarles que se fueran a dormir. Hannah se despidió de Fred con un gran abrazo y subió al dormitorio de las mujeres. Harry y Ron subieron al dormitorio, todavía comentando el partido. Al final exhausto, Harry se metió en la cama de dosel, corrió las cortinas para tapar un rayo de luna, se acostó y se durmió inmediatamente.

Mientras tanto en el dormitorio de las chicas. Hermione lloraba en su cama. Hannah entra y se acerca a ella para consolarla.

—¡Ron es un estúpido! — dijo la chica entre llanto.

—Tranquila, Hermione — Hannah la abrazó — Ron no sabe lo que dice. Sabes como es...

Hermione se calmó y Hannah la acompañó hasta que se quedó dormida. Hannah se acostó en la suya y apagaron las luces.

Tuvo un sueño muy raro. Caminaba por un bosque, persiguiendo algo de color blanco plateado. El ser serpenteaba por entre los árboles y Hannah apenas podía vislumbrar entre las hojas. Con ganas de alcanzarlo, apretó el paso, pero al ir más aprisa, su presa lo imitó. Hannah echó a correr y oyó un ruido de cascos que adquirían velocidad. Hannah corría con desesperación y oía un galope delante de él. Entró en un claro del bosque y...

—¡AAAAAAAAAAAAAAGH! ¡NOOOOOOOOOOOO!

Hannah despertó tan de repente como si le hubieran golpeado en la cara. Desorientada en medio de la total oscuridad, buscó a tientas las cortinas de la cama. Oía ruidos afuera del dormitorio.

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora