(EN CORRECCIÓN)
Las personas correctas son los únicos que te hacen cambiar.
Hannah Potter, quien es conocida como la niña que tuvo suerte al sobrevivir junto a su hermano, Harry Potter, cuando intentaron asesinarlos. Ambos recibirán la noticia de...
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Nara Hannah.
Al día siguiente me levanté temprano a causa del ruido que producía el tren, el cual pasaba justo frente a nosotros, causando un fuerte estruendo; me acomodo entre las sábanas de mi cama, estaba agotada de las caminatas que hicimos estos meses al comprar los útiles de la escuela y terminar nuestros deberes de la escuela. No sé por qué mandan tareas en vacaciones, sólo un loco lo haría. A si... Snape.
—Buenos días— escuché a Harry que estaba en la ventana.
—Buenos días— dije toda adormilada —¿Qué hora es?
—Temprano, aun no...
Escuchamos unos quejidos que venían cerca de la chimenea, me acomode en la cama para ver de qué trataba mientras que se acercaba a un banco donde estaban nuestros libros, se trataba de los libros salvajes. Harry se acercó para verlos y quitó el pequeño cinturón de uno de ellos, unos ojos se abrieron de parte del libro, lo tomó en sus manos, parecía tener dientes afilados y de la nada comenzó a gruñir asustandonos, Harry lo soltó y el libro comenzó a seguirlo pero logró subirse a su cama. El libro se fue debajo de ésta. Me acomodé sobre la cama de rodillas y me acerqué más al piso.
Harry se acercó a la orilla de la cama.
—Harry, ten cuidado—le dije, alerta.
Se asomó colgando la cabeza en la orilla de la cama, viendo el libro y sus dientes afilados se volvieron a mostrar para luego acercarse a Harry, quien se levantó a tiempo, el libro miró a todos lados y regresó bajo la cama.
—¿Qué haces?—dije a ver como se quitaba el zapato.
Se puso de pie sobre la cama y soltó el zapato dejándolo caer sobre el suelo, inmediatamente el libro salió mordiendo el zapato y Harry saltó hasta casi aplastarlo, mientras este soltó un quejido
—Pobre— dije levantándome—Salvaje, pero pobrecito.
—Date prisa, hay que bajar. Tengo hambre —dijo Harry acomodándose el zapato.
Me preparé para luego salir, vimos a una mujer de limpieza irse, bajamos al bar, para comer algo hasta que nos encontramos con nuestros amigos.
—¡Harry! ¡Hannah!— dijo Ron en alto al vernos.
—¡Chicos!— volteó sonriente.
—¡Por fin! —dijo Ron, sonriendo de oreja a oreja cuando éste se dirigió a la mesa y se sentó—. Hemos estado en el Caldero Chorreante, pero nos dijeron que habían salido, y luego hemos ido a Flourish y Blotts, y al establecimiento de la señora Malkin, y...
—Compramos la semana pasada todo el material escolar. ¿Y cómo se enteraron de que nos alojamos en el Caldero Chorreante? —dijo Harry siguiéndolo.
