Capítulo 129

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CIENTO VEINTINUEVE

CIENTO VEINTINUEVE

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Los chicos estaban tumbados en el sofá de la sala de Gryffindor y algunos estaban en el piso, la chimenea estaba encedida a full; calentando la sala común. Ginny, Neville, Luna, Seamus, Draco y Blaise estaban agotados y adoloridos a causa del castigo. Seamus estaba sentado cerca del fuego mientras se curaba una herida.

— Menos mal que Hagrid estaba con nosotros — comentó el chico un adolorido mientras se ponía un pomo en la pierna —. Si no fuera por el, no hubieramos salido con vida de ese bosque.

— Snape no es tan tonto como para matarnos — dijo Draco, quien estaba acostado en el sofá con un brazo cubriendo sus ojos — No es tan malo como parece.

— ¿Cómo lo sabes? — preguntó Neville con una compresa de hielo en su frente.

— Porque Snape era parte de la orden de Fenix, de seguro Hannah le dijo — contestó Ginny, Draco miró a la chica sin decir nada, ni siquiera una mala mirada — Lo siento.

— No hace falta, Hannah contaba todo sin miedo a que le dijera a mi familia o a los mortifagos.

— Supongo que es porque ella siempre vió algo en ti, algo que tu jamás viste de ti mismo.

— Ella siempre vió lo bueno de ti, Draco — continuó Neville —. Aunque todos lo creiamos imposible y tonto, Hannah nunca dudo de ti.

Draco se sentó en el sofá, intrigado con las palabras de los chicos.

— ¿Te dijo eso? 

— No, es lo que reflejaba con acciones; además, si se enamoró de ti es porque vió algo y por eso confio en ti. Espero y no nos traiciones porque si lo haces, las pagaras con granos en tu frente —gruñó Neville, Draco palideció más de lo habitual, el chico se le quedó mirando sin expreción — ¡Es broma! 

Neville comenzó a reir a carcajada por la expreción de Draco.

 —A todas estas ¿Dónde está su otro amigo, Dean Thomas?

Neville y Seamus se miraron preocupados.

— El tubo de huir —  respondió Seamus sin animos —, El es de padres no magos y tuvo que dejar su hogar siete meses antes de cumplir la mayoria de edad y así no sabrian donde se encontraban, les borró la memoria y los envió a unas vacaciones a Argentina. 

Draco no sabía que decir al respecto, parte de lo que sucedía tambien era culpa de el. Se sentía avergonzado de su familia y de todo lo que hizo.

— De verdad lamento mucho por lo que han tenido que pasar.

— No es tu culpa que tus padres te hayan criado con mentiras.

— Lo sé. 

— ¿Y dinos? — preguntó Ginny — ¿Cómo te sientes tras haber traicionado a tu familia?

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora