Capítulo 142

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CIENTO CUARENTA Y DOS

Había pasado una semana desde que la profesora McGonagall le sugirió a Hannah hacerle una visita a Bill, después de haber escuchado la insistencia de Draco y Hermione, decidió ir un día que creería ella que sería el más tranquilo, pero el día vier...

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Había pasado una semana desde que la profesora McGonagall le sugirió a Hannah hacerle una visita a Bill, después de haber escuchado la insistencia de Draco y Hermione, decidió ir un día que creería ella que sería el más tranquilo, pero el día viernes a las cinco de la tarde; se acercó a la puerta, notando la fila de estudiantes.

No tenía ganas de hacer la larga fila, estaba tan frustrada y cansada de todo que no le quedaban energías para esperar. Cuando tomó la decisión de marcharse, la puerta se abrió de golpe, al mismo tiempo que un estudiante salía del despacho de Bill en medio de lágrimas.

-Hannah-saludó Bill al asomarse por la puerta-¿Vienes a una sesión?

-Sí, pero...-La muchacha asomó la cabeza de nuevo a la fila-creo que esperaré a mañana.

-Tranquila, puedo moverlo-exclamó con una medía sonrisa para luego salir al pasillo-. Lo siento mucho, pero tendré que mover sus turnos para el lunes que viene- todos soltaron un bufido y quejidos-, dejen de ser mimados, ya son grandes.

-Tuve una semana esperando una sesión, necesito superar muchas cosas-se quejó un estudiante de sexto.

Bill arrugó la frente, mirando mal al chico.

-¿Tú eres...?

-Bernurdy, Formaliu Bernurdy-contestó de forma arrogante.

-Bueno... Bernordi...

-Bernurdy-le corrigió el chico.

-Cómo sea, niño. Estás en sexto, ya supera tus traumas familiares solo-gruño harto-No soy psicólogo, yo solo me encargo de ayudar a los perjudicados de la batalla y que yo sepa, tú y tu familia huyeron a Francia cuando Dumbledore falleció, así que, no me venga aquí a lloriquear porque no soy tu mami.

Hannah quedó sorprendida por la actitud de Bill, dudando de si quería hacer la sesión con él por miedo a ser tratada de tal forma. Los chicos que hacía la fila se fueron dispersando hasta desaparecer, el tal Bernurdy gruñó molesto ante la respuesta de Bill, quien estaba de brazos cruzados, mirando al chico como si fuera una batalla de miradas.

-Le diré a mi padre-exclamó el chico para luego irse.

-Se lo escuché a alguien más y te digo que no te queda-dijo en alto mientras el chico se alejaba para luego voltearse a ver a Hannah-. Vamos, entra-le ordenó con una sonrisa.

-Creo que mejor vengo...-estaba por hablar Hannah, pero las manos de Bill tomaron sus hombros y la jalaron al interior del despacho.

En el interior, Hannah se quedó quieta en su lugar viendo el interior del despacho, era inmenso por dentro, las paredes eran cubiertas por estantes repletos de libros, el techo estaba encantado, con un lindo cielo nocturno y lleno de estrellas haciendo el lugar más agradable, en medio se encontraban dos escalones donde se encontraba un escritorio decorado con velas y algunos libros, acompañado de una silla en la parte de atrás y una silla en la parte de adelante.

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora