Capítulo 119

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CIENTO DIECINUEVE

CIENTO DIECINUEVE

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Las semanas pasaron, Ron salió de la enfermenria sin entender muchas cosas. Hannah ya no sabía que hacer para ayudar a Draco, era como si el destino quisiera que ocurriera lo que estaba predeterminado. 

Una tarde, Hannah salió del despacho de Snape dado por terminado las practicas, según el; ella ya sabía lo importante. Estaba ansiosa por llegar al gran comedor para la hora del almuerzo y ver a Ron, quien había salido de la enfermería la noche anterior. Pero antes de llegar al gran comedor, vió a Draco salir casi corriendo del gran comedor.

El chico caminaba a pasos rápidos cruzando un pasillo para luego entrar al baño de chicos del primer piso, Draco se acercó al lavamanos con la respiración agitada; estaba a punto de darle un ataque panico y ansiedad, se quita el chaleco rápidamente a causa de la falta de aire; abré el grifo para lavarse el rostro, se miró al espejo con miles de pensamientos en su cabeza; voces que le decian que hacer, que era bueno o qu era malo. El chico comenzó a llorar del desespero y angustia. 

Unos pasos se hicieron presentes en el baño, haciendo que Draco levantara la vista al espejo y viendo a Hannah, quien se acercaba lentamente a el con ojos tristes y lleno angustia por el. Al estar lo suficientemente cerca de Draco, quien aun estaba de espaldas y la miraba por el espejo. Hannah lo tomó del brazo, haciendo que diera la vuelta; quedando frente a ella. 

Draco no pudo aguantar más y la abrazó fuerte por debajo de los hombros para luego explotar en llanto. Hannah le responde el abrazo posando una mano en la espalda y otra en el cabello del chico.

— Lo siento tanto — dijo entre llanto —. Tengo miedo. No puedo hacerlo, no puedo... no saldrá bien... Pero si no lo hago pronto... él me matará...

— Lo sé, Draco — dijo apretando el abrazo, intentando no llorar; necesitaba ser fuerte para Draco por mas dolor que estuviera sintiendo, el estaba peor —, lo sé; pero tienes que ser fuerte —Draco se apartó de Hannah, tomando sus manos con fuerza y mirandola de los ojos; el sabia que tenia que ser fuerte y tenia razones para hacerlo pero el miedo era su peor enemigo en ese momento.

— No te imaginas cuanto te amo — fue lo único que pudo decir, posando una mano en la mejilla de Hannah —, por más desastre que sea; siempre haz estado ahí para ayudarme y protegerme... y yo jamás tuve el valor de apresiarte y valorar todo lo que me haz dado.

— Sabes... — dijo Hannah con una media sonrísa, acercandose más al chico y quedando a tan solo centimetros —...nunca me había sentido tan viva y libre cuando me estás mirando. Nunca me había sentido tan feliz a pesar de los problemas que hemos tenido desde hace años.

Draco deslizo la mano de la mejilla de Hannah y posarla en su nuca para luego romper el diminuto espacio entre ellos y besarla en los labios con delicadeza, sintiendo como cada parte de su cuerpo se estremecia al sentirla cerca, sentir la suavidad de sus labios, sentir como todo mal desaparecia, todas esas voces se fueron con solo sentirla cerca de él.

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora