Todo inició con un beso robado y con la necesidad de venganza que nació después de ese acto. Manu y Karla tienen pocas cosas en común, ella es espontánea y él suele mantener todo en orden y calculado, no son más que polos opuestos con gustos y personalidades diferentes que solo se entienden en el momento de joderse la vida, eso lo descubren cuando se conocen y desatan caos. Los polos opuestos se atraen, pero estos se repelan. Enamorarse no es una opción para ninguno de los dos, pero es el riesgo que ambos corrían en el juego de sentimientos que se encargaron de empezar. Al final, tal vez, si tienen algo en común, su ingenuidad y orgullo. Que empiece la guerra, porque el que no arriesga, no gana y ninguno de los dos está dispuesto a perder. ¿Podrán lograr sus objetivos o sus objetivos los engancharán a ellos?.