Capitulo 29

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Tobias

Ya es de noche, Tris esta entre mis brazos, suspiro su nombre. Ella esta dormida. La muevo un poco, y no se despierta. Tengo que ir a mi casa. Me pongo la chaqueta y los zapatos, se los pongo a Tris y la tapó con su chaqueta. La cargo, paso mi brazo debajo de su rodilla y el otro por debajo de sus hombros.

Voy caminando con ella dormida, ¿como es posible que siga dormida? Ya hice muchos movimientos y ruidos y sigue dormida. Estoy seguro que sigue viva, veo sus respiraciones. Me río un poco. Doblo la esquina y me encuentro a la abnegada, chocamos, pero me apartó para que Tris no se pegue.

—¿Tobias? ¿Quien es ella? —me pregunta, ¿porque me dice Tobías?

—¿Tu que haces despierta? —le pregunto—,  ¿No deberías estar en tu dormitorio?

—Si, pero no puedo dormir. ¿Quien es ella?

—No te debe de importar, ¿o si? Ah, y no me digas aquí Tobías, soy Cuatro para ti y para los demás.

—De acuerdo... Pero se me hace raro que camines por la noche con una chica en tus brazos.

Pongo mis ojos en blanco y le doy la vuelta y me voy.

Llego al tren y el aire con el ruido del tren acercándose Tris se despierta.

—¿Tobias?

—¿Si? —pregunto.

—¿Porque no me despertaste? —rie.

Me rio

—¡Lo hize pero nunca te despertaste!

—¿Enserio?

La bajo y corremos hacia el tren, entramos al vagón y ella me abraza.

—¿Que pasa? —pregunto.

—Tengo frío.—me dice y me acerco.

—No te preocupes. —la abrazo fuerte, siento que si no lo hago pueda que se rompa. Somos fuertes.

Tris solloza y levanta su mirada, yo también la miro, me gusta mirarla, sus ojos verdes, redondos. Ella es perfecta.

Tris cierra sus ojos y yo junto mi frente con la suya.

—Tobias...te quiero.

Y yo a ella. Y asi va ser.

—Yo también. Yo también.

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Tris

Me levanto, alarmada. No recuerdo lo que soñé. Miro a mi lado y Tobias esta boca bajo dormido. No quiero hacer nada hoy, estoy muy cansada. Me recuesto otra vez y lo abrazo.

No pasa. Ni dos horas y oigo que tocan la puerta. Me levanto y Tobías sigue dormido.

Abro la puerta y es Evelyn.

—¡Tris! Hola.

—Hola Evelyn, si vienes a ver a Tobías, pues esta dormido.

—De hecho solo venia a ver a uno de los dos, quería decirles que ya el gobierno me dio una casa para mi, esta a unas cuadras de aquí, te dejo mi dirección en este papel. Espero que me visiten pronto.—me entrega su dirección.

—Lo haremos.—aseguro.

—Bien, bueno, saludame a Tobias.

Asiento y cuando se va alejando cierro la puerta.

Voy hacia la recamara, cuando entro Tobías se esta poniendo una camisa limpia. Se acaba de dar una ducha, que rápido es.

—¿Que haces? —me pregunta y corre por los zapatos.

—Pues hoy no tengo nada que hacer, y no quiero salir.

—Tonterias, quiero que me acompañes.

—¿A donde? —pregunte de mala gana.

—Vamos al complejo.

—Tobías... lo siento. No tengo ganas de salir.

—No es una pregunta, vamos a ir.

Solo quiero ignorarlo y irme a la cama; pero lo único que hago es irme a la ducha. Salgo y Tobías me entrega la ropa. Veo que son unos pantalones y una camisa negra.

Me cambio y me peino. Salgo de la habitación y voy a la cocina, Tobias a preparado el desayuno.

—Ven, sientate. —me ordena. ¿Esta de mal humor? ¿Cuando me ha tratado asi?

Asiento y veo que ha preparado huevo, tortillas y avena.

Empiezo a comer sin decir una sola palabra.

—Lo siento..

Yo lo miro, y luego de unos cuantos segundos retiro mi mirada y vuelvo a comer sin hacerle caso.

—Tris... he tomado la desicion de...—hace una pausa y vuelve a hablar—. Ser instructor, pero pondré la condición de que tu estés conmigo.

Ahora si levanto la mirada. Nunca he pensado en trabajar como instructora. Suena bien estar con Tobias, se ve que no quiere separar de mi, pero por otro lado tampoco quiero trabajar todavía, no estoy cansada, quiero primero estar enterada de todo Chicago, facciones, visitar todo lo que no pude mientras estaba en coma.

—¿Por que quieres que este contigo?

—Porque, ya se supone que ayer empeze, y.. Amar me dijo que ya había terminado mis vacaciones ya que tu ya estabas despierta. Y si empiezo a ser instructor, tendré que quedarme a dormir ahí. Y no quiero estar separado de ti. Aparte, creo que necesitamos prepararnos físicamente, ¿no crees?

Estoy asimilando lo que me dice. Si acepto, me pondré a trabajar en los músculos de mi cuerpo, y si hay tal ataque, estaré lista, porque he olvidado mis técnicas.

—Tengo una mejor idea. —inquiero.

—¿Cual?

—Si acepto ir... no quiero quedarme encerrada ahí hasta que todos terminen, quisiera salir. Pero tengo una mejor idea. ¿Y si me hago pasar por iniciada?

Despues de leal. Un comienzo con ella. #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora