Este fin de semana no iba a ser uno más para la Fórmula 1 ya que Ferrari iba a disputar la carrera N°1000 en la especialidad. Si bien en la actualidad con la Scuderia no estábamos pasando por un buen momento, eso no había minimizado las ganas de celebrar este hito en el Gran Premio de la Toscana. Y ya que estábamos en modo de festejo, se decidió cambiar el tono rojo clásico de los últimos años y volver a la tonalidad que utilizaron los autos en el Gran Premio de Mónaco de 1950, el primero que disputó en la F1.
Llegamos a Florencia y apenas nos acomodamos en el hotel, tuvimos reunión con los organizadores de la fiesta ya que la idea era incluir un evento que se iba a realizar el sábado a la tarde/noche en el centro de la ciudad y que iba a ser transmitido a través de las redes sociales.
- Lía, ¿entonces lo de prensa está todo arreglado? - el jefe de equipo me miró desde su lugar.
- Si, Mattia - le alcancé una carpeta - Ahí dentro está todo detallado. También lo tengo en formato digital. Si hay algo que quiera modificar, me avisa.
- Lo voy a revisar, pero confío en vos.
Charles sentado a su izquierda me observó orgulloso y sonrió. Durante el resto del encuentro estuvimos controlando que todo estuviera en orden y que se cumpliera con lo que solicitábamos. Teníamos que dejar el equipo bien parado y evitar que el espectáculo sea un fiasco.
Cuando el director dio por terminada la reunión, me acerqué a él.
- Lía, ¿Te puedo ayudar en algo? - preguntó mientras ordenaba la mesa.
- Quería preguntarle si mi novio puede venir a la fiesta.
- ¿Michael? - asentí y sonrió de lado - No creo que haya problema. Siempre y cuando no se vista de Renault.
- No se preocupe - ambos reímos - Va a ser una gran oportunidad para que lo pueda ver de traje. Y no sabe cuanto le agradezco por eso.
- De nada entonces - palmeó suavemente mi espalda.
Me despedí de Binotto y salí de la sala. Saqué mi celular y busqué el número de mi australiano favorito en los contactos, quien atendió luego del tercer timbre.
- Hola vos.
- Hola yo. ¿Cómo estás?
- Muy bien Bonita, saliendo del gym. ¿Vos?
- Yo de una reunión. Ya tenemos todo listo para la fiesta del sábado.
- ¡Muy bien!
- Hablé con mi jefe mayor. Dijo que podes venir, pero no vestido de amarillo patito.
- Decile que no quiero resaltar como Dan - escuché su carcajada - No va a haber problema.
- Te vas a tener que conseguir un traje - pulse el botón del ascensor y esperé - Ya tengo mi vestido.
- ¿Puedo tener un adelanto de eso?
- Mmmmh nope. Vas a tener que esperar.
- Que mala que sos - susurró.
- Soy la peor de todas - reí.
Hablamos un rato mientras llegaba a mi habitación y buscaba las cosas para darme una ducha. Mi cuerpo ya empezaba a pasar factura de los viajes tan seguidos sin el debido descanso, y aún faltaban la mitad de las carreras del calendario pandémico. Michael me había recomendado unas vitaminas junto a unos ejercicios de estiramiento y concentración. Bueno, a decir verdad los tenía que hacer si o si cuando estaba con él, no tenía excusas.
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No me sueltes
FanfictionSoy Lía y tengo... No, tachen eso. Puedo hacerlo mejor. Me llamo Lía, y tengo muchas cosas para decir. Al principio no sabía que pensar, pero luego, lo que empezó como un simple coqueteo terminó siendo algo más. Se ganó mi corazón, se ganó mi amor y...