Capítulo 29

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Abrí los ojos y no encontré a Michael a mi lado, aunque escuché música y una carcajada familiar que provenía de afuera. Estuve unos minutos más en la cama estirándome y decidí levantarme a ver que era lo que estaban haciendo. Luego de un paso rápido por el baño, salí al patio y me encontré con la imágen de los chicos haciendo gimnasia. Decidí aprovechar el tiempo y prepararles el desayuno. 

Una vez dispersado todo sobre la mesa, volví hacia donde estaban y me senté en una silla para disfrutar el hermoso espectáculo que estaban brindando. Debo confesar que era una privilegiada.

Reí cuando vi como Dan correteaba a Michael por todo el lugar y fue en ese momento cuando se percataron de mi presencia. El entrenador vino directo hacia donde estaba y se escondió detrás mío.

- No seas cobarde. Salí de ahí - le decía Dan.

- Ayudame Bonita.

- ¿Qué le hiciste? - pregunté mirando como se acercaba el piloto.

- Puede que le haya hecho una broma - contestó mientras me abrazaba.

- ¡No se vale Michael! Tramposo - gritaba Dan.

- Te vas a tener que hacer cargo - respondí tentada.

- No quiero - murmuró mientras se escondía en mi cuello.

- Ahh, claro. Ahora tiene quien lo salve - dijo el piloto - Lía, no te pongas de su lado.

- ¡Pero si no he dicho nada! - manifesté levantando las manos.

- Eeyy - el entrenador me miró.

- Les hice el desayuno - informé.

- ¿Hay comida? - cuestionó Ricciardo - Sos la mejor del mundo mundial.

Fue trotando hacia la cabaña mientras nosotros reíamos.

- Buen día, linda - Michael me dio un beso.

- No me despertaste.

- Es que te veías tan tranquila durmiendo - contestó - No quería molestarte.

Le sonreí tierno al mismo tiempo que le acariciaba una mejilla.

- Hoy vamos a pasar el día en el lago.

- Genial. Voy a llevar mucho protector solar entonces.

- Somos australianos. Estamos acostumbrados a estar al aire libre - dijo orgulloso.

- Daaale - revoleé mis ojos mientras agarraba su mano - Mejor vamos a desayunar.

Michael entrelazó nuestros dedos y caminamos hacia el comedor para juntarnos con los demás.

Cuando ya nos sentimos satisfechos y dejamos todo acomodado, nos separamos para preparar las cosas que íbamos a llevar al lago. Comida y bebidas no nos iban a faltar. Esta vez íbamos en el mismo auto que Daniel y obviamente que no faltaron ni las risas ni la música.

Al llegar al predio bajamos todo de los coches y emprendimos caminata para buscar un lugar donde hacer base.

- Miren, hay para alquilar kayaks y boards - dijo Ricciardo señalando un cartel.

- Podríamos hacerlo, así nos podemos meter por el lago - contestó el entrenador.

Todos estuvimos de acuerdo y decidimos alquilar los elementos. Los íbamos a usar por turnos para cuidar nuestras cosas. Primero fue el piloto con 3 amigos más. Entonces después era nuestra oportunidad con Michael. Cuando los chicos se fueron, nos tiramos sobre las lonas a charlar.

- Linda mini vacaciones juntos - se acomodó a mi lado.

- La verdad que sí - lo miré sonriendo - Me gusta compartirlo con vos.

No me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora