Era viernes por la noche y estábamos cenando todos juntos en el comedor del hotel. Los astros se habían alineado para que a ambos equipos, Ferrari y Renault, nos hospedaran en el mismo lugar. La charla de sobremesa rondaba en porque Daniel Ricciardo no estaba de novio.
- ¿Por qué no? - pregunté riendo.
- Porque soy un hombre libre - dijo orgulloso el piloto australiano - Me gusta ser como un pájaro y volar, volar, volar alto.
- Dale. Seguramente alguien te debe gustar, o tenes en Mónaco. No puede ser que aún estés soltero. No sos hermoso como mi novio, peeeeero algo tenés.
- Gracias Lía - me sonrió a lo Ricciardo.
- No amor - respondió Michael - Es porque en realidad aún no ha nacido una mujer que lo aguante.
- Vos si lo haces - Dan le guiñó el ojo mientras tendía su mano para acariciar la mejilla de su amigo.
- Pero él ya es mío - alejé su diestra y abracé a Italiano - Tenemos que buscarle novia, Bonito.
- ¿Hacemos un casting? - cuestionó mirándome - ¿Decís que alguien se puede presentar? Yo lo dudo.
- Ésta semana una amiga de mi país tiene una entrevista laboral en Mónaco. Y me parece que es la candidata perfecta.
- Ésta cabecita está tramando algo... - besó mi sien.
- Va a ser imposible - Daniel se cruzó de brazos sonriendo.
- Nunca digas nunca - lo señalé con el dedo - Ya vas a ver. En la semana vamos a organizar una cena. Eso si, te vas a tener que comportar.
- Mi amor, no pidas cosas imposibles. Vos viste como tuve que corretearlo hoy por el paddock.
- Estaba aburidoooo - dramatizó el piloto - Y el clima frío de Sochi no ayuda. No puedo salir a jugar.
Michael me acariciaba la espalda mientras escuchábamos hablar a Dan. De repente sentí tensarse el cuerpo de mi novio.
- ¿Estás bien? - lo miré.
- Es que vi entrar a alguien... - señaló la puerta.
- Mike, ¿esa no es tu fan rusa? - cuestionó Ricciardo.
Dirigí mi vista hacia donde ellos estaban observando y vi a una chica sencilla recorriendo el lugar con su vista buscando a, aparentemente, Michael.
- ¿Y ahora, que hago?
- Te podes escabullir por ahí - indiqué una puerta secundaria.
- Activa el modo ninja - Dan hizo un movimiento karateca con las manos y me tenté.
- Ay amigo, la idea es no llamar la atención - le pegó en la nuca.
- Aaauuuu, me dolió - llorisqueó - Llevame al hospital, cuñada.
- Aprovecha a irte ahora que está de espaldas - informé sin escuchar la queja del piloto.
- ¿Venís? - cuestionó mirándome.
- Voy en un ratito, vida mía - el piloto le guiñó el ojo.
- Enseguida te acompaño - le sonreí.
Michael me dió un beso rápido y se paró para escaparse del salón.
- ¿Quién es? - pregunté seria hacia Ricciardo.
- Apa. Lía en modo celosa, activado - rió - Cada vez que venimos a correr acá, esa chica lo busca y le da regalos. Al principio era todo tranquilo, después como que nos empezó a dar miedo.

ESTÁS LEYENDO
No me sueltes
FanfikceSoy Lía y tengo... No, tachen eso. Puedo hacerlo mejor. Me llamo Lía, y tengo muchas cosas para decir. Al principio no sabía que pensar, pero luego, lo que empezó como un simple coqueteo terminó siendo algo más. Se ganó mi corazón, se ganó mi amor y...