- Nos vemos en Mónaco la semana que viene, ¿si? - susurró Michael en mi oído mientras me abrazaba.
- Venite conmigo - me escondí en su cuello - Porfa.
- Ojalá pudiera, linda.
Anunciaron por los parlantes del aeropuerto que ya tenía que abordar el vuelo.
- Te quiero - le dije mirándolo a sus ojos.
- Te quiero Lía - respondió sonriendo.
Me apretó entre sus brazos y unimos nuestros labios en un beso tierno. Me separé de él y saludé con la mano a Dan, que estaba alejado de nosotros. Él me devolvió el gesto con una sonrisa. Entregué el pasaporte y el ticket para que controlaran todo y volví la vista a Michael. Sentía que un pedacito de mi corazón se quedaba acá, con él.
Subí al avión y me acomodé en el asiento. Suspiré y miré por la ventana. Definitivamente la decisión de haber venido hasta acá de sorpresa fue la mejor que tuve en mucho tiempo.
----------
Tras un largo vuelo por fin llegué a Maranello. Luego de teclear un mensaje a mi australiano favorito que ya estaba en tierras italianas, fui en busca de un taxi para ir al hotel.
Entré con mis valijas al lobby y me encontré con Charles sentado en un sillón.
- Hola Lía - saludó mientras se acercaba.
- Hola Leclerc - le sonreí cansada.
- ¿Qué tal el vuelo?
- No veía la hora de llegar - reí.
- ¿Ya cenaste?
- No - negué - Solo quiero bañarme y acostarme.
- Deberías de comer algo.
- Capaz pida servicio a la habitación - contesté al mismo tiempo que agarraba la tarjeta.
- ¿Te ayudo? - preguntó mientras agarraba una valija.
- Te lo agradezco mucho.
Fuimos hasta el ascensor mientras me contaba sobre lo que había hecho ese día en la fábrica y sobre los nuevos detalles del auto. Entramos a la caja metálica y presione el botón del piso donde me hospedaba. Me apoyé en una de las paredes y nos quedamos en silencio mientras subíamos.
- Este lugar me trae recuerdos - susurró - y muy buenos.
- Estaba tratando de no pensar en ello - empujé su hombro suavemente y él rió.
Me miró y movió sus cejas en forma sugestiva mientras sonreía.
- Basta Charles - contesté riendo.
- Aahh, pero en ese momento no decías que no.
El sonido del ascensor anunciaba que habíamos llegado a destino. Salvada de éste momento incómodo por la campana.
Arrastramos mi equipaje por el pasillo hasta llegar a la puerta de la habitación. Pasé la tarjeta por el lector y entramos. Dejamos todo en el piso y apenas vi la cama, me tiré sobre ella.
- Que lindoooo - dije con la cara aplastada en el colchón.
- ¿Necesitas algo más? - cuestionó Charles mirándome divertido.
ESTÁS LEYENDO
No me sueltes
FanfictionSoy Lía y tengo... No, tachen eso. Puedo hacerlo mejor. Me llamo Lía, y tengo muchas cosas para decir. Al principio no sabía que pensar, pero luego, lo que empezó como un simple coqueteo terminó siendo algo más. Se ganó mi corazón, se ganó mi amor y...