Capítulo 47

1K 66 9
                                    

Gracias Universo por regalarme la hermosa imágen de mi novio haciendo gimnasia en la arena mientras yo tomaba sol en una reposera. Aún no me acostumbraba del todo a ver al adonis extraordinariamente atractivo que tenía en mi vida.

Reí al ver como luchaba por terminar su sesión de burpees.

- Te faltan 20 más - informé.

- ¿Tantos?

- Sep, te tengo controlado Italiano.

- ¿Te estás divirtiendo? - preguntó colocando sus manos en las caderas y levantando una ceja con una sonrisa.

- Digamos que estoy disfrutando más de la vista - le giñé el ojo.

- Bueno, yo también tengo un buen paisaje - respondió mientras se acercaba a mí.

- ¿Ah, si? Está linda la playa, hay poca gente, el mar está calmo, el sol está aceptable...

- Pero hay algo mucho más hermoso - se mordió el labio y la temperatura de mi cuerpo se elevó varios grados.

Apoyó sus manos a cada lado de mi cabeza y acarició mi perfil con su nariz. Aproveché para abrazarlo por la espalda y recorrer sus músculos que estaban marcados debido a la posición que se encontraba.

- Amor... - susurró sobre mis labios.

- ¿Mmmh? - cerré los ojos ante el contacto.

- Al agua.

- ¿Quee..?

No me dio tiempo a reaccionar cuando sentí que me cargaba entre sus brazos para llevarme hasta el mar. En el camino me dí el gusto de mordisquearle la mejilla y el cuello.

Tras el conteo de Michael para tirarme, terminé hundida en el agua escuchando su risa. Salí a la superficie para poder agarrarlo e intentar que estemos en igualdad, pero obviamente no pude hacerlo ya que me ganaba en fuerza. Terminé a upa, sosteniéndome de su cuello y abrazándolo con las piernas mientras que el entrenador me sostenía de mis glúteos apegándome a él.

Acorté la distancia que había de nuestros labios para besarnos y sentí como su miembro se ponía duro. Me separé apenas para mirarlo a los ojos y vi sus pupilas dilatadas.

- ¿Bonito...?

Una de sus manos fue hacia la parte inferior de mi bikini para correrla y en el mismo momento aprovechó para bajar un poco su bañador. Abrí los ojos como platos y mis mejillas se tiñeron de rojo.

- Michael, ¡hay gente en la playa! - exclamé alarmada.

- Están lejos, mi amor. Tranquila. Nosotros estamos metidos hasta la cintura. No van a ver nada.

- Es que... - empecé a decir pero un gemido se escapó de mi boca cuando sentí que introducía su miembro en mí.

- No grites - ordenó sin dejar de moverse - Si te quedas así, parece que solamente nos estamos abrazando.

Y así fue, que ambos llegamos al orgasmo al mismo tiempo, con la excitación y la adrenalina de hacerlo en un lugar público.

~

Mientras Michael se bañaba, recibí un mensaje en mi celular.

"¡Lía! Muchas gracias por los regalos, me encantaron. La campera es muy linda y la torta es mi preferida. ¡Gracias, gracias, gracias!"

Sonreí y tecleé rápidamente la respuesta.

"De nada, cumpleañero. ¡Felices 23 años! Espero que tengas un hermoso día. Cuando te vea, te tiro las orejas, no te vas a salvar."

No me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora