Capítulo 36

1.2K 67 9
                                    

Sonreí embobada al sentir el roce de una nariz en mi mejilla.

- Buenos días, amor - Michael murmuró con voz roca.

- Hola Bonito - respondí adormilada.

- ¿Cómo dormiste?

- Mal. Alguien roncó toda la noche.

- ¿En serio? - preguntó colorado.

- Nah, mentira - reí - Siempre duermo muy bien cuando estoy con vos.

Me apegué a su cuerpo y me abrazó. Sus manos recorrieron mi espalda desnuda mientras yo delineaba su torso con la yema de mis dedos.

- ¿Estás segura de lo de hoy?

- Es raro - suspiré y lo miré - Pero si, estoy muy segura.

- ¿Por qué decís que es raro?

- Porque hace bastante tiempo que no me presentan oficialmente como pareja de alguien. Y estoy nerviosa.

- Mi familia te va a adorar, Lía. No tenes porque preocuparte. Mamá me ha dicho que hace mucho tiempo de que no me ve así de feliz, y eso es gracias a vos.

Sonreí y Michael depositó un beso en mi frente.

- Algún día me vas a matar de amor - contesté y escuché su carcajada.

- Me gusta ser sincero con lo que siento.

- Basta Italiano - me escondí en su cuello - No te imaginas lo mucho que te quiero.

- Y yo a vos, amor.

Me subió encima de él y lo miré sorprendida.

- Hay que bañarse - informó - Asique ahora te llevo.

Se levantó de la cama mientras colocaba mis manos en su nuca y lo abrazaba con mis piernas.

- ¿Sólo baño? - cuestioné al sentir como me sostenía de mis glúteos y los apretaba.

- Ambos sabemos que no - levantó una ceja sonriendo y reí.

Entramos a bañarnos, aunque ya sabemos que fue lo que pasó primero.

~

- ¿Lista? - preguntó Michael colocando la notebook frente a nosotros.

- Si - asentí - Lista.

El entrenador apretó el link de la videollamada y segundos después aparecieron varias ventanas conectadas.

- Hola a todos - saludó.

- Hola hijo - respondió una señora - ¿Cómo estás?

Me moví en el sillón un poco nerviosa y el entrenador puso su diestra sobre mi muslo dejando un leve apretón.

- Muy bien ma, ¿y ustedes?

- También. Más ahora que los vemos a ambos - dijo suavemente.

- Familia, ahora que estamos todos presentes en ésta llamada, les quiero presentar a Lía - me miró y sonrió - Mi novia.

Sentí arder mis mejillas mientras escuchaba como varias voces saludaban y gritaban por los parlantes de la pc.

- ¡Hola! - moví mi mano saludándolos por la cámara.

- Que linda es, hermanito - comentó quien sería la menor de la familia.

- La más hermosa de todas - respondió Michael.

Retiró su mano de mi pierna para colocarla en mi hombro y acercarme a él. Busqué la ventana con sus padres y estaban sonriendo. Respiré y me relajé bastante luego de esos primeros comentarios.

No me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora