No me sueltes

Capítulo 51

- No podes ser más tramposo - reí al ver cómo Michael cortaba la grabación de su challenge.

- Es que, ¡salió la carta en la tercera tirada, Bonita! No podemos empezar así. ¿Qué clase de ejemplo le estaría dando al grupo de ejercicios?

- Está todo documentado, Italiano. Eso no te deja mentir.

- Bueno, queda como blooper entonces. Lo subo así - sacó la lengua e imité su gesto.

Ambos sonreímos y me acomodé nuevamente al lado del trípode de la cámara en el piso con mi espalda contra la pared para comenzar a grabar de nuevo.

Mientras miraba a mi novio como hacía su trabajo, pensaba en la suerte que tenía de tenerlo conmigo, no sólo por su físico si no también por su belleza interior, su bondad, su sentido del humor, su fidelidad, su inteligencia, su integridad moral, su romanticismo y su caballerosidad.

Todo iba perfectamente hasta que uno de los ejercicios que le tocaba hacer eran flexiones de brazos. Conté uno, dos, tres, y al número cuatro me puse de pie y me subí a su espalda acostándome a lo largo de su cuerpo.

- Amoooor - dijo riendo.

- Para que hagas con peso - respondí abrazándolo mientras apoyaba mi mejilla en su omóplato derecho.

- Si resisto tres minutos con vos encima mío, ¿me das un premio?

- Seguramente que podes aguantar mucho más, pero trato hecho. ¿Cuál sería el premio? - cuestioné.

- Mmmmmmh. Si yo gano, te toca cocinar...

- Bueno.

- ...desnuda.

- ¿Qué? - abrí los ojos como platos y lo miré.

- Te vas a hacer la tímida ahora - respondió riendo con cara pícara - Te toca elegir a vos.

- Si vos perdes, te dejo sin sexo hasta que averigües que es lo que pasa entre Dan y Paula.

- Listo. Sé que eso no va a ser difícil. Podemos empezar ahora.

Con una mano activó el cronómetro en su reloj y se acomodó en forma de plancha mientras yo lo abrazaba bien.

El tiempo empezó a correr y Michael estaba firme en su lugar. Luego del primer minuto y medio, uno de sus brazos comenzó a temblar.

- ¿Estás bien? - besé su cuello.

- No seas mala - comentó bajito y sonreí.

Acaricié sus pectorales aprovechando que tenía mis manos en esa zona y fuí bajando mi diestra a su bajovientre.

- Amooooor...

- ¿Quep? - jugué con el elástico de su short.

- Quedan treinta segundos. Y gano.

- Ajam - mordisqueé su mandíbula al mismo tiempo que acariciaba lo toqueteaba por sobre el boxer.

Se le escapó un gemido en el momento en que el reloj inteligente anunciaba que ya habían pasados los tres minutos del desafío.

- Gané - bajó rápidamente al piso y giró para quedar boca arriba - Hoy cocinas desnuda y voy a disfrutar de esa vista.

Sus manos fueron hasta mis pechos y los masajeó.

- Amor, está la cámara grabando - dije mientras cerraba los ojos disfrutando de sus caricias.

- Lo podes solucionar fácilmente...

Me levanté de un salto y fuí hasta el aparato para apagar todo y volver a los brazos de mi novio que ya estaba sentado en el sillón. Me ubiqué a horcadas de él al mismo tiempo que sus manos me recorrían la espalda por debajo de la remera.