No me sueltes

Extra V

- A ver Nick, ¿te acordás lo que te dijo papi que tenes que hacer? - cuestioné hincada frente a mi pequeño de 2 años y medios mientras le arreglaba su trajecito.

- Caminar hasta tío Danny y darle ésta cajita - respondió con una sonrisa.

- ¡Eso es, muy bien! - lo felicité y abracé.

- ¿Qué tiene? - la agitó fuertemente.

- No, despacito bebé. Con cuidado. Tiene unos anillos así como mami y papi usan en éste dedo - le enseñé mi anular izquierdo.

- Quiero ver.

- Si, pero después. Cuando salgamos de acá le decimos a los tíos que te los enseñen.

- ¿Y tía Pau? - preguntó buscándola con sus ojos curiosos.

- Ya viene. Vas a ver lo hermosa que está.

Me puse de pie y agarré la mano de Nick para caminar hasta la puerta de la iglesia de Perth, la cual estaba adornada con muchas flores y velas. De repente, la música empezó a sonar en el piano regalándonos una melodía, la cual era mágica.

- Mami, mira. Tía Pau es una princesa - señaló detrás mío y giré para verla.

- Wooow. Mujer. Estás muy linda - le sonreí a mi mejor amiga.

- Gracias Lía - suspiró nerviosa - ¿Ya lo viste?

- Aayyy, ella siempre preocupándose por su chico. Sip, lo vi hace un ratito. Y dejame decirte que parece una persona seria con ese traje - traté de aguantar la risa mientras la abrazaba con cuidado.

- Le va a durar hasta que salgamos de acá.

- Lo sé - la apreté despacito - Estoy muy feliz por ustedes.

- Gracias - me miró emocionada - Por todo.

- No es nada - le guiñé el ojo - Y basta, porque estamos a nada de llorar y se nos va correr el maquillaje.

Ambas reímos y nos separamos del abrazo. Se acercó la wedding planner a avisarme que Nicholas ya debía caminar por el pasillo, asique me acerqué a mi hijo y lo acompañé hasta la entrada. Aproveché para observar a mi marido, quien estaba al lado del novio en formato de padrino. Apenas me vio, me regaló una de sus hermosas sonrisas y sus ojos se dirigieron hacia nuestro pequeño que ya había empezado a robar suspiros mientras recorría la alfombra roja.

Y si. Es Italiano.

Fui rápidamente hasta el asiento que me habían destinado al mismo tiempo que Nick le entregaba la caja con los anillos a Dan y éste se agachó para envolverlo entre sus brazos. Mi hijo fue corriendo hasta su papá para regalarle un beso y él le indicó que tenía que volver conmigo.

De repente, los primeros acordes de la marcha nupcial se empezaron a escuchar en la iglesia y todos emocionados nos pusimos de pie para recibir a la novia.

~

Sentí unos brazos alrededor de mi cintura y sonreí embobada.

- Hola vos - lo miré sobre mi hombro.

- Hola yo - Michael depositó un beso en mi mejilla - ¿Cómo estás amor?

- Muy bien - coloqué mis manos sobre las suyas - ¿Y vos?

- Me estoy divirtiendo mucho - respondió riendo - No iba a dudar de ésta fiesta.

- Y no. Si juntas la palabra "fiesta" y "Ricciardo" nada puede salir mal...¿o no?

- Y...Siempre se puede salir un poquito de control - respondió con sus cachetes teñidos de rojo.