Capítulo 54

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Finalmente la última carrera del calendario 2020 había llegado a su fin. Abu Dhabi nos despedía con muchísimo calor y humedad, algo muy normal para este lugar.

Sonreí al pisar las calles de boxes porque me invadieron los recuerdos del año anterior. La fiesta de final de la temporada que la FIA había organizado para todos los equipos había terminado hacía pocos minutos atrás. 

Observé como Michael salía del motorhome del piloto australiano con bolsos y me distraje mirándolo. 

- Bueno, ahora te tengo que decir que NO está soltero - escuché a mi lado.

Desvié mis ojos para descubrir quién me había hablado y me encontré con la sonrisa de Daniel Ricciardo.

- ¡Te sonrojaste! - dijo y empezó a reír - Como hace un año atrás.

- ¿Seguís siendo cupido? - pregunté siguiéndole el juego.

- Puede ser...- respondió mostrándome el tatuaje del querubín que tenía en su antebrazo - Pero ya no les hace falta. Aún lo sostengo. Hacen una bonita pareja y son mi favorita, ¿ya les dije?

- Creo que te escuché decirlo un par de veces. Gracias - le sonreí - Él es el hombre de mi vida.

- Y vos sos el amor de la suya - me abrazó por el hombro - Estoy muy feliz por ustedes.

- ¿Qué están tramando ustedes dos? - pregunto mi novio acercándose.

- Nada - respondimos al mismo tiempo y reímos.

El entrenador australiano llegó a mi lado y me abrazó, empujando suavemente a su mejor amigo para desprenderlo de mi.

- ¿Y yo? - cuestionó Dan con una mueca triste.

- Que te abrace Paula - le respondió pícaro.

- Mañana la veo - informó el piloto con una sonrisa.

- Ahora van a tener más tiempo para ustedes - comenté apoyada en el pecho de Mike.

- Si. Igualmente me contó que para las fiestas se vuelve a su país y probablemente yo me vaya a Los Ángeles.

- Por ahí la podes acompañar - le guiñé el ojo.

- No sé. Ya vamos a ver - suspiró - ¿Hasta cuando se quedan acá?

- Tengo que quedarme hasta el miércoles. Por las pruebas de los debutantes. ¡Y después vacaciones al fin! El jueves volvemos a Mónaco.

- Yo ya soy un hombre libre - Michael levantó los brazos festejando - Asique hasta el año que viene no te veo, amigo. Ahora borro tu número.

- Eeeeyy - Dan hizo un puchero con sus labios - No importa. Mamá Lía me va a hablar todos los días, ¿verdad?

- Eh. Si. Si. Claro - miré para todos lados tratando de escapar al comentario - ¿Es realmente necesario?

- Ya no me quieren más - reprochó el piloto cruzándose de brazos.

- Siempre vas a ser nuestro bebé - le dije pellizcándole la mejilla.

- Ouch. Dolió - gimoteó - Bueno. Me avisan cuando estén por Mónaco y nos juntamos a cenar antes de que viaje.

- Dale Danny. Yo te llamo.

- Nos vemos chicos. Cuídense.

Primero me abrazó y luego fue con Michael donde ambos cuchichearon algo y se miraron con una sonrisa. Luego se separaron y Ricciardo empezó a caminar.

- Sabes como llegar al hotel, ¿verdad? - le preguntó Italiano en voz alta.

- Por supuesto que si - dijo mirando el camino - Es por allá, ¿verdad?

No me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora