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—¿Hola? ¿Sigues ahí?-preguntó el pelinegro mas la llamada se cortó repentinamente.

"¿Pero qué?"-pensó confuso. No entendía nada sobre lo que acababa de pasar, ¿por qué le habría preguntado acerca del tiempo desde que conocía a JiHoon? ¿Acaso eso era algo importante para saber dónde se encontraba el peliblanco? 

SeungCheol suspiró y guardó el teléfono en el bolsillo de su pantalón antes de seguir avanzando por la gran avenida en busca de JiHoon. 

[...]

Estaba convencido de que WonWoo se encargaría de matarle con sus propias manos si no aparecía pero no era siquiera capaz de detener las lágrimas que recorrían su rostro incesantemente. Si iba a enfrentarse contra los Wolsig no podía hacerlo en ese estado, dado a que tan solo terminaría estorbando e incluso herido, y por ello decidió que, el no acudir, era la mejor opción. 

Tras lograr burlar al rubio se escondió en uno de los callejones de la gran avenida, con la intención de descansar un poco, calmar su desordenada mente y detener las constantes lágrimas que desbordaban de sus ojos. Aunque, después de varios minutos, siquiera había logrado una de las tres. 

Su respiración aún era algo irregular y apenas podía ver con claridad debido a las lágrimas en sus ojos. Nunca pensó que volvería a ver al rubio tras su repentina desaparición y aquel desafortunado y espontáneo encuentro lo había dejado destrozado. 

Ahora que SoonYoung estaba de vuelta no podría escapar de él. Conocía de buena mano al mayor y sabía perfectamente que haría todo lo posible por volver a encontrarle, independientemente de lo que fuese. 

—¡JiHoon!-una voz se escuchó algunos metros atrás. El peliblanco alzó su cabeza de entre sus brazos y contempló fijamente a la entrada del callejón. Esa voz, ¿era SeungCheol? 

—¡JiHoon!-de nuevo, su nombre resonó con fuerza por la avenida. Trató de levantarse mas sus piernas flaquearon y terminó de nuevo en el frío y sucio pavimento de la callejuela. 

—Joder.-murmuró y de nuevo las lágrimas le abordaron. 

—¡JiHoon!-esta vez la voz del pelinegro se escuchó justo a su lado y, seguida de esta, unos pasos acercándose con rapidez hacia él.—¿¡Qué ha pasado!?

El menor permaneció en silencio, dejando que las lágrimas continuaran fluyendo por su rostro, mas una sonrisa se dibujó en sus labios. Aún no lograba entender la razón por la que el pelinegro se encontraba allí o por la cual se preocupaba tanto por él. Apenas se conocían pero desde el primer momento SeungCheol había estado a su lado, aunque él nunca se percató de ello. 

—¿Estás bien?-preguntó clavando sus ojos fijamente sobre él, aunque este no le devolvía el contacto visual.—JiHoon, mírame por favor. 

El nombrado sintió una punzada en su pecho y una extraña sensación instalarse en él al escuchar su nombre directo de los labios del mayor. Alzó lentamente la vista y lo contempló fijamente, nunca se había percatado pero SeungCheol era atractivo, demasiado atractivo. 

Las marcadas facciones de su rostro, el profundo tono marrón de sus ojos decorados con largas y negras pestañas, sus gruesos y rosados labios...todo en él era tan perfecto que lo había dejado sin habla. 

—No.-respondió finalmente y sintió que de nuevo se rompía en miles de pedazos, pero a diferencia de la última vez ahora había dos fuertes brazos rodeándole para que no se derrumbara.

[...]

—¿¡Se puede saber dónde mierda estabas!?-vociferó WonWoo golpeando con furia la pared de la habitación. 

De nuevo aquella situación se repetía cual deja vú. El peliblanco permanecía impasible contemplando el techo de la sala mientras vagaba por sus pensamientos.  

Llevaba más de media hora escuchando las incesantes quejas y gritos del mayor, quien había irrumpido en su apartamento esa misma mañana sin siquiera avisar, y llegó un momento en el que desconectó por completo. Su atención había quedado atrapada por lo sucedido la tarde anterior, por aquellos fuertes y cálidos brazos que lo rodearon durante minutos, tal vez horas, para no dejarlo caer. 

Tras encontrarse con SeungCheol estuvo junto a él el resto de la tarde mientras el pelinegro trataba de animarle y hacerle sentir mejor. Había estado sintiendo mariposas revolotear en su estómago desde el día anterior, aunque de cierto modo aquello le aterraba. La última vez que mantuvo esos sentimientos por alguien tuvo que arrancarlos con sus propias manos y realmente no podría hacerlo si eso volvía a ocurrir porque tenía la sensación de que se estaba enamorando completamente de SeungCheol.

—JiHoon, ¿estás escuchándome?-preguntó furioso el joven, pero no obtuvo una respuesta.—Está bien, parece que esto no te importa lo más mínimo.-comenzó a caminar hacia una de las sillas de la habitación y con una sonrisa se sentó en ella.—Veamos si esto te interesa más, ¿qué tal está SeungCheol?

El escuchar el nombre del pelinegro lo arrancó por completo de sus pensamientos e incluso se incorporó de la cama para clavar sus afilados ojos sobre el menor. 

—¿Cómo...?-quiso decir mas el castaño continuó la frase por él.

—"¿Cómo sabes quién es?" Imagino que es lo que ibas a decir, ¿no?-ensanchó su sonrisa. Había conseguido recuperar la atención de JiHoon y, aún mejor, encontrado lo que podría ser su punto débil. 

—¿Por qué no me hablaste de él?-preguntó cruzando sus brazos. Tras no obtener una respuesta volvió a hablar.—Tal vez debería plantear la cuestión de otra forma, ¿quién es él?

JiHoon tragó saliva nervioso, ¿cómo se había enterado de la existencia de SeungCheol? 

Se aseguró de decirle a Jisoo que no le hablara sobre el pelinegro a WonWoo y nunca lo había mencionado, ni una sola vez. Entonces, ¿por qué el castaño lo conocía?

—Es un amigo de la universidad.-dijo volviendo a tumbarse. Si reaccionaba de esa forma WonWoo sospecharía aún más así que por eso decidió seguir actuando con normalidad.

—¿Eso es todo?-planteó aún no muy convencido.

—Sí, es un buen amigo.-esbozó una sonrisa tras recordar los instantes del día anterior. 

El castaño se levantó de la silla y dirigió sus pasos hacia JiHoon con un semblante serio. 

—JiHoon te conozco y sé por donde van los tiros. No hagas cosas de las que puedas arrepentirte después. ¿Acaso no recuerdas lo que pasó con...?

—¿SoonYoung?-completó la frase y tras ello emitió una sarcástica carcajada.—Ah, es cierto. Querías saber por qué ayer no fui, ¿no? Ahí tienes la respuesta. 

—¿Qué quieres decir con eso?-preguntó sin comprender en su totalidad las palabras del menor. 

—SoonYoung, está de vuelta. 

 

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Love Killa [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora