Love Killa [SEVENTEEN]

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Tras la pelea que mantuvieron días atrás en el apartamento del peliblanco, JiHoon y SeungCheol no habían vuelto a mantener una sola palabra. El menor estaba demasiado dañado por haber creído que SeungCheol comprendía sus sentimientos y lo ayudaría a buscar a WonWoo, y el pelinegro estaba completamente enfurecido, tanto por la actitud de JiHoon como por sus inmaduros actos. 

En aquellos instantes ambos caminaban distanciados, aprovechando a Jisoo y JeongHan, los cuales observaban la escena confusos, como barrera entre ellos. Una fuerte tensión se hacía presente en el ambiente y sería cuestión de mentir el no admitir que, incluso ellos, estaban incómodos. 

—Ejem.-carraspeó el americano para romper el silencio. JeongHan lo contempló sorprendido y comenzó a negar reiteradas veces con la cabeza con la finalidad de hacer que se detuviera, mas el peliazul hizo caso omiso.—¿Qué os pasa?-se detuvo repentinamente, no siendo hasta instantes después que JiHoon y SeungCheol se percataron. Voltearon con rapidez y, en el momento en el que sus miradas hicieron contacto visual, la retiraron de forma instantánea.

—Nada.-respondieron al unísono a lo que Jisoo enarcó una ceja.

—¿Nada? Si no os pasa nada entonces, ¿por qué parece que os queréis asesinar el uno al otro? Mirad, si queréis consejo de pareja yo os puedo ayudar, literalmente conseguí que JeongHan se enrollase conmigo después de haberme odiado por varias semanas.-recibió un codazo por parte del nombrado a lo que emitió una sonora carcajada. 

—Cállate Jisoo, realmente no tienes ni idea de esto.-rebatió el rubio y, tras ello, dirigió sus palabras a los jóvenes frente a ellos.—No sé que habrá pasado pero, ¿creéis que es mejor estar de esta forma en vez de solucionarlo?-planteó. JiHoon sintió una sensación de pesadumbre inundar sus entrañas. Realmente quería estar en buenos términos con el pelinegro, pero tales eran la desilusión y decepción que cargaba en esos momentos que prefería no tener que hablar con él. Por otro lado, SeungCheol permanecía perdido en sus pensamientos, ignorando las palabras de su amigo. 

—Luego soy yo el que no tiene ni idea, míralos, ahora están aún más serios.-bufó Jisoo con sorna, enmudeciendo al instante tras sentir la amenazante mirada de JeongHan sobre él.

Un ensordecedor estruendo captó la atención de todos ellos y, sorprendidos, voltearon para contemplar al joven pelinaranja tendido en el suelo mientras SoonYoung reía escandalosamente. 

—¡Tienes que mirar por donde vas, idiota!-habló entrecortado por la risa con varias lágrimas abordando sus ojos. El joven rubio mostraba un impecable uniforme del campus, lo cual extrañó al resto de chicos que contemplaban la escena atónitos. 

—Gracias por ayudar a levantarme.-reprochó con sarcasmo y, tras sacudirse las prendas, alzó la vista, esbozando una sonrisa al divisar a los jóvenes que llevaba varios minutos buscando.—¡JiHoon, Jisoo!-avanzó con rapidez hacia ellos.

—¿SeokMin? ¿Estás bien?-planteó el americano aún sin procesar todo lo que acababa de ocurrir en los últimos diez segundos. El nombrado asintió energéticamente a modo de respuesta.

—Solo fue una caída de nada.-acarició avergonzado su nuca.—Bueno, a lo que venía. ¡Seo Changbin va a hacer una fiesta y estamos invitados!-exclamó dando saltos de emoción.

—Seo ¿qué?-el peliblanco intervino por primera vez en la conversación. SeokMin hizo una mueca de notoria ofensa mientras colocaba la mano sobre su pecho. 

—No me puedo creer que no sepas quién es el mismísimo Seo Changbin. ¡Todos lo conocen!-el menor suspiró al ver que la confusión seguía plasmada en el rostro de JiHoon.—Va la facultad de artes, es el chico más popular de la universidad y sus fiestas son las mejores de todo Seúl.-explicó tratando de reprimir la emoción. SoonYoung contemplaba la escena algo molesto desde atrás, aunque no entendía la razón. 

—Tsch, rubio.-susurró JeongHan tratando de captar la atención de su amigo sin interrumpir la conversación entre SeokMin y el resto. El nombrado clavó sus rasgados ojos sobre él e hizo un gesto con la cabeza para que este supiera que estaba prestándole interés.—Dos preguntas, ¿desde cuándo vienes a esta universidad y desde cuándo eres amigo del histérico?

SoonYoung esbozó una sonrisa al escuchar el apodo que JeongHan le había asignado a SeokMin. 

—Me inscribí hace una semana y, a la segunda pregunta, desde que le pegué un latazo en la cabeza por la calle.-emitió una leve carcajada al recordarlo. Se sorprendió tras percatarse de que aquel día había pasado de ser recordado como "el día cuando se peleó con JiHoon" a "el día que conoció a SeokMin". 

—Espera, ¿le agrediste con una lata?

—Fue sin querer.-alzó los hombros y, de nuevo, centró su atención en los jóvenes frente a ellos. 

—¿Entonces, venís? SeungCheol, JeongHan, vosotros también podéis venir si queréis.-sonrió, mostrando su impecable dentadura. 

—Cuenta conmigo.-habló JiHoon y, tras voltear sobre sus talones, evadiendo la mirada de SeungCheol, continuó avanzando por el extenso camino que llevaba a su facultad. 

(...)

Un intenso olor a humo comenzó a apoderarse del ambiente y, en cuestión de instantes, la planta baja del ruinoso edificio ardía en llamas. JiHoon divisó aquella figura, que se alzaba prominente frente al borde del edificio, con dificultad y  como si de una estrella se tratase, un pequeño destelló brilló entre la niebla, terminando frente a sus pies inmóvil.

Quiso acercarse a él, pero sus piernas flaquearon y poco a poco sintió como sus ojos se cerraban.

Voy a publicar los últimos cuatro capítulos (contando con este) ahora así que Love Killa se terminará hoy.