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"Últimas noticias.

El antiguo hospital de Seúl, que iba a ser derrumbado esta semana, fue encontrado reducido a cenizas hoy por la empresa que estaba a cargo de la demolición. Tras una profunda investigación, la policía concluyó que el incendio que arrasó con los cimientos del viejo hospital fue intencionado y tuvo inicio en la planta baja del edificio.

Los equipos de búsqueda han encontrado restos de un joven, completamente incinerado, que tras someterse a una autopsia ha sido confirmado de fallecer por una caída y no por el fuego. Además, algo que sin duda ha generado tumulto entre los inspectores fue el hallazgo de SEVENTEEN, el diamante de diecisiete mil quilates robado meses atrás del Museo nacional, frente a lo que era la entrada del edificio, envuelto y protegido de las llamas por dos máscaras de plástico que, debido al calor, habían terminado fundiendo sus bordes.

Según nuestros investigadores se ha confirmado que dichas máscaras pertenecían a los respectivos líderes de las dos potencias más poderosas en el ámbito de la mafia de Seúl, los Byeol y los Wolsig, quienes estaban enfrentados entre sí y los causantes de la desaparición del diamante meses antes.

¿Cuál es el motivo de haberlo devuelto tras tanto tiempo? ¿Será que ambas potencias han firmado un acuerdo? ¿Supondrá eso una catástrofe para la sociedad?

¿Héroes o villanos?

Nunca obtendremos una respuesta a estas cuestiones pero, sin duda, este acontecimiento será recordado por décadas como uno de los mayores misterios de Seúl".

[...]

Un silencio sepulcral se hacía presente en el cementerio. Los largos pasillos de tumbas, las cuales estaban impecables y revestidas con voluminosas y extravagantes flores, se encontraban completamente vacíos, a excepción de uno de ellos, donde un joven de blanquecina cabellera permanecía, hablando con dolor, a una de las lápidas. Sin duda, esta destacaba por su simplicidad. Mientras que el resto de sepulcros eran grandes, de mármol, con velas y coronas de flores, la que aquel joven estaba visitando tan solo poseía un pequeño marco de fotos, desigual a la imagen que portaba, y un ramo no muy llamativo de rosas blancas.

Su voz resonaba cual eco, cargado de pesadumbre y cierta nostalgia, por la estancia.

-Una vez me dijiste, "el amor mata", y siendo sincero dudé en creerte. ¿Cómo un sentimiento tan espléndido y bello podía ser capaz de generar aquella catástrofe irreparable? Fui iluso en ignorar tus palabras y ahora, que pude ver la veracidad de estas, me doy cuenta de lo ignorante que fui.-sonrió, mientras dos lágrimas trazaban un camino en sus mejillas, y alzó la vista al cielo.-Porque WonWoo, realmente, tu amor por MinGyu acabó matándote.

Love Killa.

Fin.

No me puedo creer que esté escribiendo el final de esta historia. Si os soy sincera, al principio pensé que no sería capaz de terminarla y que, después de todo, acabaría dejándola a medias.

Pero todo el apoyo y mensajes tan alentadores por parte vuestra me han brindado fuerza y ganas de seguir hacia delante.

El escribir y finalizar Love Killa para mí ha significado mucho y es, sin duda, gracias a vosotr@s.

Espero que hayáis disfrutado de la historia y, una vez más, gracias por todo.

¡Nos leemos!

M.C.

Love Killa [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora