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La mañana amaneció con un sol radiante iluminando cada rincón de la ciudad costera. SeungKwan se removió entre las sábanas algo molesto debido al insistente ruido de la alarma en su teléfono y, tras varios minutos rogando porque esta se apagase, terminó levantándose para desactivarla por sí mismo. 

—Hansol.-habló aún clavando fijamente la vista sobre su teléfono.—Despierta, tenemos que bajar a desayunar.-continuó mas, al no recibir respuesta por parte del americano, decidió voltear a verle. 

Sintió un nerviosismo instalarse en su pecho al verle con el cabello alborotado y, con sus mejillas ardiendo como llamas, regresó la vista a la pantalla del aparato. 

—Hansol despierta.-insistió pero, independientemente de sus esfuerzos para hacerle levantar, no lo logró. No fue hasta minutos después, donde la molestia comenzaba a teñir su humor, que decidió ir hacia la cama del americano. 

—Oye, venga despiértate, vamos a llegar tarde.-agarró su hombro y lo sacudió ligeramente. Para su suerte esta vez obtuvo un bufido como respuesta. Cuando se decidió a retirarse para vestirse una mano le agarró fuertemente de la muñeca y tiró de él, haciéndole caer junto al americano. 

—¡Oye! ¡¿Qué haces!?-exclamó avergonzado. Aquellos gritos parecieron sacar por completo a Hansol de su sueño pues, al abrir sus ojos y contemplar el rostro de SeungKwan tan próximo al suyo, se levantó casi de un salto. 

—¡Perdón!-fue lo único que alcanzó a decir antes de entrar en el baño y cerrar la puerta tras él. 

—Oh mierda. ¿En qué estabas pensando Hansol?-murmuró el pelinegro una vez estuvo dentro del aseo completamente avergonzado y con su corazón golpeando con furia la superficie de su pecho. 

[...]

SeungKwan contempló de reojo al joven americano, que caminaba junto a Chan y al resto de chicos algunos metros más adelante. Desde el "accidente", si es que se le podía llamar como tal, de esa misma mañana Hansol y él no habían intercambiado una sola palabra. Y tampoco lo culpaba, él era el primero que lo evadía a causa de la inexplicable sensación que se instalaba en su pecho cuando el menor andaba cerca. 

Agarró su teléfono y deslizó su dedo sobre la pantalla. Pese a haber transcurrido más de veinticuatro horas JiHoon aún no había leído sus mensajes y sin duda aquello lo inquietó. ¿Habría pasado algo? No tenía noticias de los Byeol desde que partió a Busan y no había sido capaz de contactarse con el líder, sin duda las cosas no debían estar bien en Seúl. 

"¿Tal vez atacaron los de Wolsig?"-pensó sintiendo una sensación de nerviosismo instalarse en su pecho pero, a diferencia de la que sentía cuando Hansol andaba cerca, esa inquietud estaba plagada de miedo y preocupación. 

Negó reiteradas veces con la cabeza y buscó el contacto de WonWoo con la esperanza de que al menos el joven estratega le respondiera.

Kwannie 

WonWoo hyung, ¿está todo bien? 

Minutos más tarde recibió una respuesta por parte del de gafas. 

WonWoo Hyung  

¿Qué quieres decir? 

Kwannie 

JiHoon hyung no me lee los mensajes desde ayer y tampoco responde mis llamadas. 

Estoy un poco preocupado, ¿pasó algo? 

El joven pelirrojo no pudo leer la respuesta por parte de WonWoo debido a que la voz de Chan lo sobresaltó. Apagó con rapidez el teléfono y lo depositó en su bolsillo.

—¡SeungKwan! ¿Qué haces aquí solo?-preguntó el joven acercándose a él.

—Ah, estaba mandando un mensaje.-rió nervioso.—¿Y tú? ¿Por qué viniste?

—No me gusta ver a nadie solo, es una excursión y deberíamos divertirnos. Además, me fijé que tu expresión no expresa mucha felicidad. ¿Sucedió algo? 

SeungKwan negó reiteradas veces con la cabeza y, pese a que las ganas de leer el mensaje de WonWoo eran inmensas, permaneció sin agarrar el teléfono. 

—Me alegra oír eso. Entonces, ¿vienes con nosotros?-el joven extendió su mano hacia SeungKwan con una sonrisa en su rostro y una leve brisa ondeó su cabello, dejando al descubierto la pequeña cicatriz en su sien que JiHoon le provocó aquel día en el cual se hicieron con el diamante. 

El pelirrojo notó un enorme vacío en su pecho y no pudo evitar sentirse la peor persona del mundo. Aquel joven le estaba otorgando su amistad y atención y él tan solo supo delatarle y hacerle daño. 

"Lo siento tanto."-pensó mientras agarraba la mano de Chan y caminaba junto a él hasta alcanzar al resto de jóvenes.

"Ojalá puedas perdonarme algún día, Dino."

2 mensajes sin leer de: WonWoo Hyung 

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Love Killa [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora