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SeungKwan avanzaba con rapidez por los pasillos en busca de Hansol mientras marcaba incontables veces el número de este. Tras lo sucedido días antes con Jisoo y el joven bajo el nombre JeongHan había estado nervioso pues, aunque en su momento le restó atención, él también recibió un mensaje semanas antes. 

—Disculpa, ¿has visto a un chico alto, pelinegro, con ojos miel y muy guapo por aquí?-le preguntó a un grupo de estudiantes que, a juzgar por su apariencia, parecían algo menores que él. 

—¿Te refieres a Hansol hyung?-el pelirrojo asintió enérgicamente.—Creo que lo he visto ir hacia las escaleras de emergencia.

—¿Las escaleras de emergencia?-preguntó sintiendo un nerviosismo instalarse en su pecho. 

"¿Y si lo ha citado en la azotea?"

"Eso significa que el desconocido está en el instituto".

"Tengo que ir rápido".

—Gracias chicas, os debo una.-habló antes de comenzar a correr hacia el lugar mencionado. 

Para Boo SeungKwan la única vez que se movió tan rápido fue el día que rodó por aquella colina pero, sin duda, la carrera que había echado para encontrar a Hansol lo había superado. Con la respiración agitada y el corazón latiéndole desenfrenado en el pecho llegó a la azotea y, con brusquedad, abrió la puerta de esta. 

—¿¡Hansol!?-vociferó al no ver al americano en el lugar.—¿No está aquí? Entonces...-agarró frustrado su cabello. Se dispuso a regresar por donde había venido cuando la voz del pelinegro lo sorprendió.

—¿SeungKwan? ¿Qué estás haciendo aquí?-el nombrado trató de localizar al joven y no fue hasta que percibió el tacto del americano sobre su cabeza que no lo encontró. 

—¿Cómo te has subido ahí?-preguntó atónito al contemplar a su pareja sobre la pequeña cúpula que rodeaba la entrada al lugar. 

—Hay unas escaleras en la parte izquierda de la pared, alguien debió haberlas puesto ahí hace meses. Se nota porque están completamente oxidadas.-el pelirrojo por un momento había olvidado la razón por la que estaba allí. Nervioso al percatarse divisó los alrededores. 

—No te ha citado nadie aquí, ¿verdad?-el americano rió ante el comentario del mayor. 

—¿Por qué? ¿Te preocupa que te sea infiel?-SeungKwan notó un sofocante calor arder en sus mejillas, las cuales poco a poco se tiñeron de rojo. Esa no era su intención pero, ahora que lo pensaba, realmente parecía un novio posesivo que quería saber donde se encontraba su pareja en todo momento. 

—¡Por supuesto que no!-reprochó avergonzado. 

—¿Entonces qué estás haciendo aquí?-preguntó con sorna esbozando una sonrisa. 

—Te estaba buscando, eso es todo.-cruzó ambos brazos sobre su pecho y desvió la vista a lo que Hansol rió. 

—Admite que te preocupaba qué estaba haciendo.

—¡Ya te dije que no es eso! 

—¿Entonces? ¿Me echabas tanto de...?-quiso burlar pero fue interrumpido por un SeungKwan completamente abochornado. 

—¡Tan solo evito que te mate un mafioso pedazo de idiota!-exclamó percatándose instantes después de lo que acababa de decir. Hansol, quien no daba crédito de lo que acababa de escuchar de los labios del mayor, permanecía atónito contemplando al pelirrojo.

—Espera, ¿qué?-SeungKwan cubrió su boca con sus manos y retrocedió lentamente hasta la puerta, con la intención de salir de allí en ese mismo instante pero, el que el pomo se hubiera quedado bloqueado y ahora no pudieran salir de la azotea, no se encontraba en sus planes. 

Love Killa [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora