Love Killa [SEVENTEEN]

22

Hansol avanzaba con rapidez por el extenso bosque mientras pulsaba indefinidas veces el botón de llamar sobre el contacto de SeungKwan. Había perdido la cuenta de los intentos que había realizado por contactar al mayor pero todos ellas habían sido en vano. 

SeungKwan no respondía sus llamadas ni mensajes y aquello le había comenzado a provocar un sentimiento de preocupación que crecía gradualmente en su pecho. 

—¡SeungKwan!-vociferó deteniendo sus acelerados pasos para divisar con precisión los alrededores.—¡SeungKwan! 

Suspiró sonoramente y comenzó a correr de nuevo mientras marcaba el número del pelirrojo en su celular. Una lejana música lo sorprendió y sin apenas dudarlo avanzó con rapidez hasta allí. 

Un nerviosismo se apoderó de él al ver el teléfono del joven oculto entre los matorrales y con la linterna encendida. 

"¿Qué hace aquí el teléfono de SeungKwan?" 

"¿Dónde está él?"-hizo un rápido escáner a los alrededores pero no hubo rastro del joven. Clavó de nuevo su vista sobre el aparato y un mensaje saltó en este, sorprendiéndole.

Bandeja de notificaciones: 

Hace 10 minutos:

Hansol: ¿Dónde estás? ¿Estás...? (Pulse para leer más)

10 llamadas perdidas de: Hansol. (Pulse para escuchar el mensaje)

Hace 30 minutos:

Llamada perdida de: Número desconocido. (Pulse para escuchar el mensaje)

Ayer:

WonWoo Hyung: Sí. JiHoon está... (Pulse para leer más)

"No debería estar mirando esto."-pensó sintiendo algo de remordimiento pero no pudo evitarlo y mucho menos cuando leyó el nombre de aquella persona, "WonWoo Hyung". 

Apagó el teléfono sin darse cuenta de la nueva notificación e inspeccionó de nuevo el lugar en busca de SeungKwan. 

Justo ahora:

Número desconocido: C.H. (Pulse para leer más)

Hansol se aproximó con precaución al lugar donde había encontrado el teléfono de SeungKwan con la esperanza de que hubiera algún rastro del susodicho entre el follaje pero, debido a la penumbra, apenas era capaz de percibir algo más que no fuera oscuridad. 

Probó a gritar su nombre, pues pensó que había una posibilidad de que el mayor se encontrara cerca de aquella zona. 

—¡SeungKwan!-exclamó y tras ello todo se sumió en un profundo silencio, que segundos después se desvaneció, otorgándole un atisbo de esperanza. 

—¿Hansol?-una voz no muy lejana se escuchó más allá de los arbustos. 

—¡SeungKwan! ¿Dónde estás?-preguntó descendiendo con cuidado a través de los matorrales. 

—¿Eres tú de verdad o estoy imaginando?-se escuchó de nuevo algunos metros más adelante.

—¡Soy yo idiota! ¿Puedes decirme de una vez dónde estás?-reprochó algo irritado. Algo en su interior estaba creciendo, dificultándole hasta el respirar. Necesitaba ver a SeungKwan, saber que estaba bien. 

—Tampoco tienes por qué gritarme...-murmuró algo molesto. 

—Ahg, perdona.-se disculpó a regañadientes.—¿Me dirás dónde estás? ¿Por favor?