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—Espera, espera, ¿¡fue él quien te disparó!?-exclamó sorprendido JeongHan tras escuchar la historia que Jisoo y JiHoon tenían para contarles. El peliblanco asintió a modo de respuesta y, con discreción, sus ojos se fijaron en SeungCheol, quien mantenía su mandíbula completamente tensa y los nudillos en sus manos comenzaban a tornarse blanquecinos. 

—También fue él quien te apuñaló.-escupió con repugne el americano, desviando la vista completamente enfurecido mientras tronaba los dedos de sus manos. JeongHan acarició la pierna del joven reiteradas veces tratando de calmarle. 

—¿Y pensabas que todo esto era culpa nuestra?-planteó notoriamente ofendido SeungCheol mientras contemplaba un punto fijo en la lejanía. JiHoon asintió avergonzado. 

—Lo siento, no quería admitir que WonWoo era ese tipo de persona. Solo quería justificar su inocencia y lo único que vino a mi mente fue que vosotros estaríais tras ello. De verdad, lo siento mucho.-se disculpó arrepentido y sintió sus ojos arder. 

—No te preocupes JiHoon, si estuviera en tu lugar hubiera hecho lo mismo. Después de todo debe ser un golpe duro que tu mejor amigo te haga todo esto sin ninguna justificación.-lo confortó JeongHan y acto seguido le propinó un discreto golpe en la pierna a su amigo, quien hizo una mueca a modo de reproche. 

—Entonces, ¿ahora qué?-intervino de nuevo el pelinegro.—¿Pensáis seguir buscándolo? 

Un silencio se instaló en el lugar. Jisoo contemplaba con pena a JiHoon, quien permanecía sin hablar fijando su vista en un punto perdido del suelo. Era consciente de que su amigo no se rendiría con tanta facilidad pero, tras todo el tiempo transcurrido, el encontrar a WonWoo se había tornado prácticamente imposible de lograr. 

—Hey.-acarició el hombro de su amigo reiteradas veces e inhaló una gran bocanada de aire.—Sabes que no podremos encontrarle, Ji. Lo mejor es dejar atrás este tema cuanto antes, tan solo va a perjudicarte.-el nombrado asintió, aunque en el fondo sabía que tarde o temprano volvería a cometer una estupidez. 

"Quiero rendirme, pero no puedo hacerlo". 

[...]

Varias semanas transcurrieron después de aquel día y el tema de WonWoo se desplazó completamente a un segundo plano para todos, excepto para JiHoon. Pese a haber desistido en la investigación de su paradero, debido a la ausencia de pruebas, el peliblanco no podía dejar de pensar una y otra vez acerca de su amigo. Había perdido la cuenta de las noches en vela que llevaba, en las que permanecía horas y horas contemplando al techo mientras la imagen del de gafas se proyectaba en su mente. 

"¿Dónde estarás?"

—JiHoon...¡JiHoon!-exclamó el pelinegro tratando de captar de nuevo la atención de su pareja, porque sí, después del momento en el cual sus sentimientos quedaron expuestos ambos accedieron a estar juntos.

—¿Qué pasa?-clavó sus ojos sobre el mayor y esbozó una falsa sonrisa.

—Sigues pensando en él, ¿verdad?-la mueca de felicidad se desvaneció del rostro de JiHoon y fue suplantada casi al instante por un gesto de pesadumbre.—Ah, lo sabía.-revolvió su cabello con frustración y dudó si lo que estaba a punto de decir era correcto o no.—¿Si te ayudo a buscarle volverás a estar bien?-planteó, captando por completo la atención del peliblanco y provocando que una amplia sonrisa comenzara a trazarse en sus labios. 

—¿De verdad harías eso por mí?-dudó sin creer las palabras de su novio, el cual asintió a regañadientes.

—Quiero verte bien, y si para ello tengo que encontrar a Won...Won..., ahg no voy a decir su nombre ni muerto, lo haré sin dudarlo.-habló con un notorio repugne en su voz. JiHoon se levantó de un salto del pequeño sofá y se lanzó sobre los brazos de SeungCheol. 

—¡Gracias, gracias, gracias! ¡Te quiero tanto!-sintió sus mejillas arder al percatarse de lo que acababa de decir y, con rapidez, se apartó del pelinegro, volteando para que este no advirtiera el tono carmesí que había tintado sus mejillas. 

—¿Qué has dicho? No lo escuché bien, ¿podrías repetirlo?-burló con sorna a lo que JiHoon le mostró el dedo corazón de su mano derecha.

—¡Cállate!-indicó avergonzado. Percibió los brazos de SeungCheol rodear su espalda y no pudo evitar sentir un nerviosismo surgiendo desde su estómago. Agarró las manos del joven y trató de deshacer el abrazo del mayor, con la finalidad de librarse, mas sus esfuerzos fueron en vano. Sintió sus piernas flaquear cuando escuchó la voz de SeungCheol justo en su oído y todas sus fuerzas se desvanecieron de su pequeño cuerpo en cuestión de instantes.

—¿No lo repetirás?-un escalofrío recorrió por completo su cuello y, nervioso, volteó quedando frente a frente con el rostro del pelinegro. 

"Oh perfecto JiHoon, eres idiota".-pensó al ver los labios del joven justo delante de los suyos.  

—No repetiré nada, suéltame ya.-indicó tratando de sonar lo más convincente posible aunque lo único que originó fue que el pelinegro estallase en carcajadas. 

—Pues si no lo dices tú, lo haré yo. Te quiero JiHoon.-susurró con firmeza y una sonrisa se trazó en sus labios.

—¡Ah! ¡Para ya de bromear, me estás volviendo loco!-desvió la vista completamente avergonzado pero el agarre del pelinegro sobre su mandíbula lo hizo volver a quedar frente a él. 

—No estoy bromeando. Ahora es tu turno.-el menor rodó los ojos y, tras varios minutos, murmuró unas palabras casi ininteligibles. 

—Yo también te quiero. ¡Hala, ahora suéltame!-SeungCheol sonrió y, justo al contrario de lo que su novio le pedía, lo acercó aún más a él y posó sus labios sobre los del peliblanco. 

"Eres un idiota, pero gracias".

[...]

Número desconocido 

¡Hola JiHoon! Cuánto tiempo, ¿no? 

Me gustaría haber vuelto a verte pero tuvieron que trasladarme de planta por un ataque. ¿Te apetece quedar algún día y tomar un café? 

¡Con suerte puedo presentarte a mi amigo! 

Ah, por cierto, ¡soy MinGyu!

Ah, por cierto, ¡soy MinGyu!

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Love Killa [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora