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JiHoon suspiró. Habían transcurrido más de treinta minutos desde que estaba metido en los conductos de ventilación esperando pacientemente el aviso de WonWoo para entrar en acción. 

Por alguna razón ese día la máscara se le estaba haciendo insoportable de llevar. Sentía su respiración chocar contra el plástico de ésta y rebotar de nuevo hacia su rostro y varios goterones de sudor recorrían su frente, propinándole una sofocante sensación de asfixia.

Necesitaba salir de allí cuanto antes y, llegados a ese punto, no le importaba si lo hacía con o sin la Serendibite. 

—Woozi, ¿me escuchas?-la voz de WonWoo sonó a través del auricular que el peliblanco llevaba. 

—Sí.-susurró.—¿Cuándo vas a dar la señal?

—Hubo un pequeño problema. El chico del que sospechaste esta mañana ha aparecido. Le encargué a Joshua que lo alejara del museo. Dentro de dos minutos aproximadamente Chris desconectará el sistema eléctrico. Seguramente escucharás una pequeña explosión, justo en ese momento hazte con la Serendibite y sal por el camino que te indiqué.-explicó.

—Está bien.-dijo antes de apagar el micrófono y comenzar a avanzar hasta el punto exacto bajo la vitrina. Con sutileza comenzó a destornillar una por una las tuercas que aseguraban la trampilla a la superficie del suelo y pudo observar la hueca superficie de la base donde reposaba la piedra. El barullo de las personas allí presentes era incesante y, por lo que supuso, habría guardias rodeando la vitrina, ya que las voces más próximas a él estaban al menos a tres metros de distancia.

Agarró el pequeño láser de su bolsillo y esperó el momento en el que las luces se apagaran para poder agujerear la base y agarrar la Serendibite. 

—3...2...1...-escuchó a través del auricular.—Ahora.

Una explosión retumbó en el museo y, acto seguido, los gritos y llantos estallaron. JiHoon se apresuró y, como si se tratara de cortar un trozo de pastel, agujereó la base y agarró la piedra. 

Cuando se dispuso a alejarse por el camino que WonWoo le había indiciado escuchó unos pasos acercarse a él a través de los conductos de ventilación. 

—Joder, ¿por qué estos conductos son tan jodidamente estrechos? La próxima vez se va a meter él, a ver que le parece.-la voz de un joven resonó a lo largo de estos, sorprendiendo a JiHoon y tras ello, la luz de una linterna comenzó a divisarse.

—WonWoo tenemos problemas.-aquellas palabras fueron las únicas que pudo decir a través del micrófono antes de encontrarse frente a frente con el desconocido.

—Hola.-dijo tranquilamente el castaño alzando su mano y moviéndola reiteradas veces. 

Lo único que el peliblanco era capaz de ver en la oscuridad, tenuemente iluminada con una linterna, era la máscara de color negra que cubría el rostro del individuo y solo por eso supo de quién se trataba.

"Es de la mafia Wolsig".-pensó retrocediendo un par de centímetros. A primera vista el joven parecía descuidado y algo despistado, teniendo en cuenta que había permanecido por más de un minuto simplemente observando a los alrededores del conducto en vez de ir a por él.

—Ah, ¿por casualidad eres Woozi?

Un silencio se hizo presente en los conductos. 

—Supongo que tu silencio me lo confirma.-el joven chino esbozó una sonrisa bajo la máscara y, como si de un rayo de luz se tratase, avanzó con agilidad hasta el peliblanco, rozando ligeramente su espalda con la hoja del cuchillo que llevaba.

—Mierda.-exclamó antes de correr a través de los conductos, seguido del castaño.

—Oh, ¿ya te vas?-en su voz se notó un atisbo de burla. JiHoon avanzó con rapidez a través de los conductos, seguido del contrario que casi le pisaba los talones. 

Pese a que el joven chino era bastante mayor que él la agilidad de sus movimientos en aquellos estrechos conductos era bastante admirable. Tal vez los Wolsig tenían un líder algo idiota y predecible, pero sus integrantes eran poca broma.

Tras varios minutos avanzando a través de los conductos lograron alcanzar el exterior, saliendo por una trampilla que desembocaba en la azotea del gran museo. 

—JiHoon ¿qué pasa?-la voz de WonWoo sonó a través del auricular algo entrecortada.

—Manda a The8 y a Joshua a la azotea ahora mismo.-murmuró en el micrófono. Sintió una punzada en la parte trasera de su hombro y, tras colocar su mano sobre la zona, terminó empapándose de sangre.

"Genial".-pensó.

—Vaya, vaya, pero a quién tenemos aquí.-una voz a sus espaldas lo sorprendió. Tras voltear observó de nuevo aquella alta y esbelta figura cuyo rostro era cubierto por una máscara roja. S.coups, líder de la mafia Wolsig.

—¡Arriba!-dijo el joven chino pegando un salto desde el conducto de ventilación y saliendo al exterior.—¡Ah! ¡S.coups! Tu plan no era tan estúpido como creímos.-rió sacudiendo sus ropas.—Por cierto, ¿sabes lo rápido que corre la enana esta?

"¿Enana? ¿Creen que soy mujer?"-pensó JiHoon algo confundido.

—Me costó la misma vida alcanzarla.-dijo y acto seguido se tiró al suelo exhausto.

—Bien hecho, Moon.-sonrió bajo la máscara antes de aproximarse lentamente a Woozi.

—¿Una emboscada? No creí que fueras capaz de idear un plan tú solo.-burló aún con su mano sobre la sangrante herida.

—Me has subestimado, Woozi.-respondió casi frente a él.—Lamento decirte que tendrás que venir con nosotros.

—Y yo siento decirte que eso no será así.-una voz interrumpió la conversación de ambos. JunHui se levantó del suelo extrañado y contempló fascinado la delgada figura que se alzaba sobre la cornisa del edificio. Las finas cintas de tela de sus prendas negras ondeaban al son del viento, contrastando drásticamente con el dorado abrasador de la máscara que ocultaba su rostro. 

Pareciera como si aquel joven fuera la representación del sol fulgurante con sus rayos dorados en medio de una noche donde no correspondía lugar.

—Era de esperar que no vendrías solo, Woozi. ¿Me tomas por tonto?-burló S.coups. Acto seguido señaló hacia el joven chino, quien aún permanecía en el suelo contemplando fijamente al desconocido. 

No necesitó palabras para entender que S.coups quería que él se encargase del menor y, tras levantarse de un salto, avanzó rápidamente hacia él y le propinó un golpe con la afilada hoja del cuchillo entre sus manos.

coups quería que él se encargase del menor y, tras levantarse de un salto, avanzó rápidamente hacia él y le propinó un golpe con la afilada hoja del cuchillo entre sus manos

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Love Killa [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora