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SeungCheol volteó sobre sus talones y recogió la máscara, que instantes había lanzado metros más atrás, bajo la fija mirada de JiHoon. Tal vez se había excedido un poco pero no podía evitar admitir que el peso que sentía en sus hombros estaba desvaneciéndose. 

—No sé quién mierdas es ese tal WonWoo y créeme cuando te digo que me molesta mucho tener que oír su maldito nombre por todas partes.-reprochó regresando junto a JiHoon, quien aún permanecía en el suelo sin reaccionar.—Puedes quitarte la maldita máscara, sé perfectamente que eres tú.

El peliblanco hizo caso omiso a sus palabras, aunque en verdad siquiera las había escuchado. Todo en su mente era un desastre sin frenos en el cual apenas era capaz de divisar una cosa clara. No solo había fallado en su teoría acerca del paradero del castaño, sino que había descubierto la identidad de S.coups y la suya estaba completamente expuesta. Simplemente no era capaz de reaccionar. 

En cambio, SeungCheol lo contemplaba con una punzante sensación invadiendo su pecho. Era consciente de que, después de eso, JiHoon no volvería a hablarle y siendo sinceros aquello le preocupaba miles de veces más que lo que pudiera ocurrir con sus mafias. Se había vuelto débil y vulnerable pero estaba cansado de reprimir ese sentimiento de amor que había desarrollado por el menor. 

—Será mejor que vuelvas a casa.-murmuró con el corazón encogido y dirigiendo sus pasos hacia el exterior de la nave.—Adiós, JiHoon. 

"¿Adiós?" 

"¿Desde cuando esa palabra duele tanto?"

"No quiero una despedida".

—¡Espera!-exclamó levantándose del suelo con torpeza y corriendo hacia el pelinegro para, una vez frente a sus espaldas, propinarle un fuerte abrazo.—No te vayas, no quiero que te vayas. 

SeungCheol sonrió sarcástico. 

—Tengo que irme. Ahora que sabes quién soy, ¿de verdad crees que podremos seguir como antes? JiHoon, soy la persona a la que más odias, no hay razón para que siga estando aquí. Siento todo lo que hice durante estos meses pero no te preocupes, no volveré a interrumpir en tus planes y mucho menos en tu vida.-agarró las manos del peliblanco y trató de soltarlo de alrededor de su abdomen pero sus esfuerzos fueron en vano. 

—¿Quién te pidió que no lo hicieras? No permitiré que la persona que más quiero vuelva a desaparecer, definitivamente no.-murmuró con el corazón encogido y una punzante sensación en su pecho. El simple hecho de pensar que volvería a quedarse solo, arrancando sus sentimientos uno por uno lo aterraba. No quería perder a SeungCheol y en aquellos momentos lo que menos le importaba era que el joven fuera o no su eterno rival. 

—JiHoon, no hagas las cosas más difíciles.-suspiró y, de nuevo, trató de deshacer el agarre del peliblanco sobre su abdomen.—Por favor.

—¡No!-las lágrimas estaban comenzando a resbalar por sus mejillas y sus fuerzas empezaban a desvanecerse. El empañe provocado por su descontrolada respiración comenzaba a dificultarle la vista y un ensordecedor pitido se había instalado en sus oídos. SeungCheol volteó apenado y, con cuidado, deshizo la lazada de la máscara y contempló el rostro abordado en lágrimas de JiHoon, quien lo contemplaba fijamente a los ojos. 

El pelinegro esbozó una sonrisa antes de aproximar su rostro con lentitud hacia el del menor para así poder unir sus labios. Si el joven correspondía su beso entonces se quedaría junto a él, si se daba el caso contrario voltearía sobre sus talones en ese mismo instante y desaparecería de la vida de JiHoon. Para su sorpresa, y tal y como deseó incontables veces, el peliblanco accedió el roce de los labios del pelinegro y ambos se fundieron en un beso ansioso que pudo expresar todo lo que sus gargantas no pudieron emitir. 

—¡SeungCheol...!-JeongHan, junto a un Jisoo ahora más tranquilo, irrumpieron en la estancia, enmudeciendo al ver al pelinegro junto al líder de los Byeol fundiéndose en un apasionado beso.—¡Ah! ¡No vi nada! ¡No, no vimos nada!-cubrió avergonzado el rostro de su pareja y volteó con rapidez. 

El nombrado se separó del peliblanco con rapidez, completamente estupefacto. ¿Qué hacían Jisoo y JeongHan juntos en ese lugar? Sus ojos se fijaron en la máscara que cargaba entre sus manos el americano y pronto lo entendió todo. 

—Os lo teníais bien callado.-burló dirigiendo la vista de nuevo al joven frente a él y esbozando una sonrisa mientras acariciaba su rostro.—Demasiado bien. 

 

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Love Killa [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora