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—¿Diez de febrero del 2021? Es hoy, ¿no?-el americano asintió a modo de respuesta a lo que JiHoon sintió un nerviosismo instalarse en su pecho. 

—WonWoo.-habló el peliblanco.—Esa fecha coincide con lo que me dijo. "Alguien pagará las consecuencias en veinticuatro horas". Hoy  vence el plazo.

—¿Qué se supone que significa eso?-el americano lo contempló inquieto y sintió que su corazón se aceleraba con brusquedad.—¿Podéis explicarme de una vez qué está pasando?

—Un sujeto contactó a JiHoon hace unas semanas.-comenzó a hablar WonWoo. El peliazul dirigió su atención al joven.—Parece ser que sabe todo acerca de los Byeol, desde nuestras identidades hasta nuestros planes, posee fotos del robo de la Serendibite, inclusive. Esta persona le propuso a JiHoon un trueque, no filtraría a los Wolsig nuestras identidades siempre y cuando él le diera el diamante. JiHoon no aceptó el trato y ahora, tenemos hasta el 18 de febrero para darle el diamante, o al menos teníamos. Ayer le escribió a JiHoon y le dijo que alguien pagaría las consecuencias hoy y así sucesivamente hasta que expire el plazo.-explicó lo más calmado que pudo mientras contemplaba fijamente las iniciales escritas en el mensaje. 

—¿Es en serio? ¿Y por qué no habéis llamado a MingHao? Todo esto hubiera acabado si le hubieseis pegado un tiro en la sien.-reprochó al borde de la histeria. 

—Tranquilízate Jisoo, todos estamos lo suficientemente nerviosos como para que nos alteres aún más.-ordenó el de gafas.—¿Sabes qué significan estas siglas?

—No lo sé, joder, ¡no lo sé!-revolvió su pelo frustrado.—Llevo días pensando qué pueden significar pero por más que lo intento no soy capaz de encontrar la respuesta. Siento como si la tuviera en frente y no pudiera agarrarla, como si estuviese tratando de atrapar aire con mis manos.

—¿Qué vamos a hacer, WonWoo?-preguntó JiHoon con seriedad, contemplando fijamente al peliazul quien parecía al borde de un ataque de nervios. 

—Puesto a que no disponemos de mucho tiempo, ya que el desconocido puede hacer su movimiento en cualquier momento, iré a mi estudio y trataré de rastrear el número lo más rápido que pueda. Si conseguimos su identidad antes de que ataque a alguien podremos ponerle fin a esta situación.-explicó mientras se levantaba de la silla y recogía el papel donde había anotado el contacto.—Si sucede cualquier cosa o Jisoo consigue descifrar qué quieren decir esas siglas llámame.-le indicó al peliblanco antes de despedirse y salir del apartamento. 

Un silencio se instaló tras la partida del castaño. Jisoo permanecía con un semblante serio observando un punto fijo en el suelo. Pareciera como si estuviera perdido en sus pensamientos sin ser capaz de escapar. 

JiHoon se acercó a él y colocó una mano sobre su hombro tratando de reconfortarlo. 

—Tranquilo, WonWoo logrará encontrarle antes de que suceda algo.-habló aunque el joven ignoró sus palabras y permaneció enterrado en un sepulcral silencio mientras trataba de descifrar aquellas siglas. 

[...]

Transcurrieron un par de horas sin ningún tipo de noticia por parte de WonWoo o respuesta a aquellas siglas por parte de Jisoo. El pequeño apartamento ahora permanecía en un pesado silencio que hundía cada vez más a los jóvenes allí presentes. 

—Son las ocho de la tarde.-habló el peliblanco repentinamente mientras observaba el reloj que colgaba de la pared de la sala de estar, rodeado de algunos marcos vacíos y otros con pequeñas fotos que siquiera concordaban con las medidas de los cuadros.—Es raro que WonWoo no haya dicho nada aún.

Jisoo no respondió, es más, siquiera estaba prestando atención a su amigo. En su cabeza lo único que se proyectaba una y otra vez eran aquellas siglas. 

"Y.J."-pensó cerrando con fuerza los ojos y estrujando levemente su sien. 

"Piensa Jisoo, ¿qué puede ser? ¿Tal vez un lugar? No, no hay ninguna tienda con esas iniciales..."

—¡Iniciales!-vociferó de repente levantándose de la silla con tal brusquedad que esta terminó algunos metros más alejada. JiHoon, al escuchar al americano, se incorporó del sofá con rapidez. 

—¿Qué quieres decir?-preguntó nervioso observando cómo el peliazul se colocaba los deportivos con rapidez. 

—No son siglas JiHoon. Son iniciales.-explicó con el corazón golpeándole salvajemente el pecho.

—¿Conoces a alguien que su apellido y nombre sean con esas letras? 

Jisoo sintió sus ojos arder y su respiración agitada. ¿Cómo no se había percatado antes? ¿Acaso era idiota? 

—JeongHan. Yoon JeongHan. ¡Joder!-exclamó propinando un fuerte golpe a la puerta antes de desaparecer tras esta. 

[...]

Jisoo avanzaba con rapidez a lo largo de la oscura avenida sin rumbo fijo mientras trataba de contactar al joven innumerables veces sin resultado. Había ido a la casa de JeongHan con la esperanza de que se encontrase allí mas no había nadie en el interior del pequeño apartamento lo cual tan solo le dejaba dos opciones plausibles: o bien estaba vagando por la gran avenida, que tantas veces recorrieron juntos semanas atrás, o bien se encontraba en la casa de SeungCheol. Probó a marcar el número del pelinegro sin perder la esperanza de que mayor se encontrara a salvo. 

¿Jisoo? ¿Qué pasa?-se escuchó a través del altavoz. 

—JeongHan, ¿está contigo?-preguntó con rapidez, deteniéndose algunos instantes para divisar los alrededores. 

No, ¿por?

—Mierda.-murmuró antes de cortar la llamada, dejando a SeungCheol completamente confundido. 

"JeongHan, ¿dónde estás?"-sintió como dos lágrimas se deslizaban por sus mejillas, dejando un húmedo rastro tras ellas. 

Una llamada entrante lo sorprendió y sintió que su corazón se detenía durante algunos instantes. 

—¿Hola? ¿Estás ahí?-un sepulcral silencio se escuchó desde el otro extremo de la línea. 

¡Ah! ¡Alguien llame a una ambulancia, rápido! ¡Hay un chico herido!-el americano se sintió desfallecer y una presión se instaló en su pecho, dificultándole el respirar.—¿Oye estás bien? -habló la mujer a través de la línea. 

—¡Oye! ¿¡Qué está pasando!? ¡Por favor, responde!-vociferó Jisoo, generando que más de uno volteara a contemplarle extrañado. Trató de obtener una respuesta por parte de la persona tras la línea pero no la consiguió. Un murmullo no muy lejano captó su atención y, con el corazón latiéndole desenfrenado y las lágrimas recorriendo su rostro con ímpetu, comenzó a correr avenida abajo. 

—Oye, ¿has oído? Parece ser que han apuñalado a un chico al final de la avenida, a la altura del bar Clair de Lune.

—Oye, ¿has oído? Parece ser que han apuñalado a un chico al final de la avenida, a la altura del bar Clair de Lune

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Love Killa [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora