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—¡Necesito ayuda urgente!-vociferó Jun irrumpiendo en la sala de emergencias del hospital. Al ver al pequeño que cargaba en sus brazos varios enfermeros acudieron con rapidez. 

—¿Qué le ha pasado?-preguntó uno de ellos mientras, junto a algunos de sus compañeros, colocaban al peliblanco sobre la camilla con suma delicadeza. 

—No lo sé, escuché un disparo y cuando me acerqué lo encontré. Lo traje lo más rápido que pude, por favor sálvenlo.-suplicó a lo que el joven enfermero tan solo asintió antes de desvanecerse por el amplio pasillo junto a JiHoon. 

De nuevo, el silencio se instaló en la sala de emergencias y, como si de una sombra se tratase, Jun desapareció sin dejar rastro. 

Dos llamadas perdidas de MingHao. 

[...]

Fueron dos largas semanas sin esperanzas de que el peliblanco volviera a abrir los ojos. Los médicos no habían estimado que el joven pudiera sobrevivir a un disparo de bala a tan escasos centímetros de su corazón y, aunque hubieran tratado de mantener las esperanzas, no había indicios de despertar para JiHoon.

Jisoo contemplaba fijamente el suelo de la pequeña habitación de hospital. No le gustaba estar allí, la última vez que pisó aquel edificio estuvo a punto de perder al amor de su vida y ahora a su mejor amigo. 

Desconocía qué había sucedido dado a que la única fuente de información que poseía era MingHao, quien tan solo encontró el desfallecido y herido cuerpo del peliblanco en un callejón de la avenida minutos después del accidente. El americano había hecho su mejor esfuerzo por contactar a WonWoo pero, por alguna razón, el teléfono del de gafas siempre se encontraba apagado o fuera de cobertura. Tras varios días insistiendo visitó su apartamento pero tampoco había rastro de él. WonWoo se había desvanecido por completo y JiHoon estaba a punto de hacerlo. 

Hannie 

¿Ha despertado? 

Jisoo 

No, aún no. 

Hablé con los médicos esta mañana. 

Si no da señales de vida en las siguientes veinticuatro 

horas no estiman que despierte en un futuro. 

Hannie 

Oh dios mío. 

¿Quieres que vaya? Estoy seguro de que necesitas a alguien ahora mismo.

Jisoo 

No te preocupes, Hannie. 

Mejor quédate con SeungCheol.

Hannie 

Sigue insistiendo, incluso quiere ir a visitar a JiHoon a su apartamento para hablar con él.

¿Crees que es buena idea mantener a Cheol al margen de esto? 

Ya sabes que está muy enamorado de JiHoon. 

Jisoo 

Es por eso precisamente que no debes decirle que JiHoon puede que no despierte. 


El americano sintió como dos lágrimas comenzaban a trazar un camino en sus mejillas, terminando sobre sus manos, las cuales agarraban débilmente el aparato. No podía seguir aguantando aquella situación, estaba asustado. Asustado de no volver a hablar con JiHoon, asustado de no volver a escuchar la dulce risa del peliblanco, de no volver a verle abrir los ojos...Estaba asustado de perderle para siempre. 

—Sabes que te has vuelto un llorón estos últimos días, ¿verdad?-una débil voz resonó en la estancia. El americano alzó la vista del suelo para contemplar a un demacrado y pálido joven esbozar una leve sonrisa mientras luchaba por mantener sus ojos abiertos. 

—JiHoon.-murmuró dejando caer el aparato al suelo. Se levantó con rapidez, tropezando al hacerlo, y se lanzó sobre su amigo con una brutal fuerza.—¡JiHoon! ¡Pensé que nunca despertarías!-el peliazul estalló en llanto a lo que el menor emitió una carcajada. 

—¿En serio pensaste que te librarías tan fácilmente de mí?-burló acariciando la cabellera de Jisoo, quien emitió una leve carcajada interrumpida por el llanto. 

—Me has dado un susto de muerte, joder.-limpió las lágrimas de su rostro con la manga del suéter que vestía y ladeó la cabeza reiteradas veces.—Tengo que llamar al médico para que te chequeen, ahora mismo vuelvo.-el peliazul se dispuso a marcharse pero la voz de JiHoon lo interrumpió. 

—Oye Jisoo, no sabes lo que ha pasado, ¿no?-enunció con un notorio atisbo de malestar en su voz. El americano permaneció de espaldas al menor en silencio. 

—Hablaremos de eso después.-dijo antes de desvanecerse tras la puerta de la habitación, dejando al peliblanco solo. Sintió una punzada en su pecho pero estaba seguro de que lo que le había provocado aquel inmenso dolor no era la herida de bala junto a su corazón, sino el recordar a quien consideraba su hermano disparándole con frivolidad y destrozando todo lo que habían construido juntos. 

"¿Por qué, WonWoo?"

[...]

La noche se había posado sobre las calles de Seúl. JiHoon abrió los ojos irritado. Llevaba algo más de una hora tratando por todos los medios de descansar pero simplemente no podía, aunque no era de extrañar pues había estado durmiendo por dos semanas consecutivas. 

Desvió discretamente la vista hacia el sofá cama algunos metros más alejado y, tras asegurarse de que el americano estaba sumido en un profundo sueño, se levantó de la camilla y salió de la habitación. 

Los pasillos se encontraban prácticamente desiertos, a excepción de alguna que otra enfermera que caminaba por estos asegurándose de que todos los pacientes se encontrasen en sus respectivas habitaciones. El peliblanco permaneció expectante del momento para poder escapar del campo de visión de la joven y, una vez lo hizo, avanzó con rapidez hacia las escaleras de la planta. 

"¿A dónde debería ir?"

"Nunca antes vine al hospital".

JiHoon continuó subiendo las escaleras con la esperanza de lograr encontrar una entrada a la azotea del hospital y, por suerte, tras subir cinco plantas más, la divisó. Con la respiración agitada y el corazón golpeando con fuerza su pecho, agarró el pomo y tiró de él, divisando tras ella una amplia explanada de losas de piedra con varios bancos incrustados, en donde un joven de cabello oscuro descansaba contemplando el cielo.

—¿Tampoco puedes dormir?

—¿Tampoco puedes dormir?

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Love Killa [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora