Love Killa [SEVENTEEN]

15

El joven avanzó algo extrañado por la estancia, contemplando fijamente cada rincón del bar y a las personas sentadas en los asientos de este. Llevaba muchos años viviendo en Seúl pero nunca había escuchado de la existencia de aquel local e incluso le fue difícil encontrar la ubicación exacta. ¿Tal vez había hecho su apertura recientemente? Eso podría explicar el por qué siquiera aparecía en la aplicación de mapas. 

Agarró el teléfono de su bolsillo y le escribió al número desconocido de nuevo. 

JiHoon 

¿Dónde estás? 

Ya llegué.

Número desconocido

En la mesa del fondo, me reconocerás con facilidad.

El joven apagó el aparato y avanzó con rapidez hacia el punto de encuentro. No podía negar que estaba nervioso, pues aquella persona sabía su identidad y quién sabe si conocía la del resto de integrantes de los Byeol. Fuera quien fuese tenía que hacerle callar.

Divisó a un joven completamente de negro en una de las mesas del fondo y avanzó hacia él. Su rostro  estaba cubierto por una mascarilla color negro y un gorro que le cubría la cabellera. Tan solo podía ver sus ojos y debido a la tenue luz del local siquiera era capaz de reconocerlos. 

—¿Quién mierda eres?-preguntó sentándose en una de las sillas a una distancia prudente del desconocido, quien emitió una sarcástica carcajada al escuchar al mayor. 

—Te convendría tenerme a tu favor, JiHoon.-sonrió bajo la máscara y le extendió una carpeta llena de papeles.

—¿Qué es esto?-abrió el sobre extrañado y sintió que su corazón se detenía por algunos instantes. Aquella carpeta portaba las identificaciones de cada uno de los miembros de Byeol, al igual que fotos del día del robo de la Serendibite y de la obtención del diamante. Todo estaba allí, absolutamente todo. 

Cerró con rabia la carpeta y la dejó sobre la mesa.

—¿De dónde has sacado esto?-preguntó al borde de gritar, mas trató de reprimirse.

El desconocido rió y negó reiteradas veces con la cabeza.

—Yo también me gano la vida de alguna forma, supongo. Pero no te preocupes, no sois los únicos de los que tengo información. ¿Ves el interior de esa carpeta? Tengo una exactamente igual sobre los Wolsig.-susurró lo último mientras sonreía. 

—¿Qué es lo que pretendes con esto? ¿Dinero? ¿Es eso lo que quieres?-apretó con fuerza la carpeta, arrugando una de sus esquinas.

"¿O tal vez quieres un tiro en la sien?"-pensó.

—Tranquilo JiHoon, no quiero nada de eso. Tan solo un pequeño favor.

[...]

SeungCheol agarró el pomo del local algo soñoliento. 

La noche anterior casi no había podido dormir pensando en JiHoon y en todo lo que sucedió aquel día. El peliblanco no le había contado acerca de la razón por la que lloraba pero decidió no presionarle. Si el menor no tenía ganas de compartirlo él no sería quien lo obligase a hacerlo, aunque no podía negar la curiosidad e incertidumbre que aquello le ocasionaba.

El interior de Claire de Lune estaba bastante animado pese a las tempranas horas pero aquello no le sorprendió, después de todo era sábado. Dirigió sus pasos hacia la barra con la finalidad de encontrar a SoonYoung y hablar con él cuando algo, o más bien alguien, lo sorprendió.

—¿JiHoon?-murmuró inmóvil al percibir la blanquecina cabellera del menor en una de las mesas del fondo. ¿Qué estaba haciendo él allí? Frotó sus ojos desesperadamente con la esperanza de que fuero producto de su falta de sueño pero de nuevo, una vez los volvió a abrir, allí estaba. 

Divisó a Jun caminando junto a la barra y lo agarró del brazo, alejándole unos cuantos metros más atrás.

—Hola Cheol.-sonrió el joven chino alzando su mano a modo de saludo.—¿Por qué estás tan alterado a estas horas?

El pelinegro no pudo pronunciar siquiera una palabra, tan solo se limitó a señalar al frente en dirección a JiHoon.

—¿Qué pasa? ¿Es tu amigo? Nunca lo había visto por aquí. Llegó hace unos veinte minutos, parece que está teniendo una conversación seria con el otro chico. Mira que hay locales para pelearse, espero no tener que terminar separando a dos universitarios.-suspiró con sorna.

—Creo que es JiHoon.-murmuró nervioso.

—¿JiHoon? ¿Ese no es el chico con el que estuviste ayer y por eso no pudiste venir?-el castaño clavó sus rasgados ojos sobre el nombrado y llevó sus manos hacía su boca.—¡No me digas que está con otro chico! Chaval, eso está feo. Qué trágica es la adolescencia.-negó reiteradas veces con su cabeza.

—¿Eres tonto?-golpeó el brazo del contrario algo molesto. ¿JiHoon con otro chico? Era imposible.

"¿Será ese tal WonWoo?"-pensó sintiendo una punzada en su corazón por algunos instantes.

—Jun, ¿sabes quién es el de negro?-el joven negó a modo de respuesta.

—No lo había visto nunca por aquí. Además lleva mascarilla y un gorro, tan solo se le ven los ojos.-alzó ambos hombros y se despidió de SeungCheol, había una cafetería y un joven chino que lo esperaban.

El pelinegro avanzó con cuidado tratando de llegar al almacén sin ser visto por JiHoon. No estaba seguro de cuál era la razón por la que él se encontraba allí pero sin lugar a dudas no le gustaba.

Era territorio peligroso y no quería meter a JiHoon en aquello.

Pero lo que él no sabía es que era el propio JiHoon quien se había metido por su propia voluntad en aquel mundo y no tenía la intención de salir.

¡Hola a todos! Normalmente no suelo dejar notas o comentarios al final de los capítulos pero esta vez es una excepción. Siento mucho no estar tan activa como antes en lo que respecta a las actualizaciones. El nuevo trimestre ya ha comenzado en España y ya no dispongo del tiempo suficiente para escribir seguido pero aún así trataré de mantener las dos actualizaciones semanales sin falta. 

Gracias por el apoyo, espero que estén todos bien. 

Bueno, y aprovechando que dejo esta nota...

¿Quién creen que es el desconocido que citó a JiHoon y que posee información privada sobre los Byeol? ¡Los leo!

Min🌙