Al entrar a mi habitación acosté a Amelia en mi cama le quite las botas y las puse en el suelo, la arrope y ella sonrió a lo que le sonreí de vuelta.
—Tengo que ir donde mi mamá un segundo ya vengo— le avise y ella asintió con la cabeza.
Salí de mi cuarto para dirigirme al de mi mamá y la desperté con un golpecito en el hombro, le conté lo que había pasado y ella asintió de acuerdo con mi decisión.
—a las 7 la voy a llevar con sus padres— le dije a mi mamá.
—van a estar preocupados cuando se den cuentan— dijo mi mamá con tristeza.
—lo sé— dije saliendo de su cuarto—pero no puedo hacer nada mas— dije en la puerta de su cuarto para después dirigirme al mío, para encontrarme con una pequeña durmiendo en mi cama, se nota que estaba cansada.
Me acerque a la cama y me iba a acostar hasta que me di cuenta de lo sucio que están mis pies por salir a la calle sin mis zapatos por lo que entre al baño para limpiarme los pies para luego volver a mi cama y acostarme al lado de Amelia.
Cuando sonó mi alarma me levante con algo de pereza y estire un poco mis brazos, me senté en la cama y mire a mi izquierda, Amelia estaba completamente dormida.
Me dirigí al baño, me cepille los dientes y me bañe, al salir de este enrollada en una toalla me acerque a mi closet y me vestí con mi uniforme.
El uniforme del colegio para las chicas consiste en una camisa blanca sencilla de manga corta con botones, una corbata con franjas azul y rosa pastel, un saco azul pastel, un chaleco rosado pastel, la falda es de un rosado pastel con rayas azul crema formando cuadrados, unas medias veladas blancas o negras, yo personalmente prefiero las blancas, y por ultimo unos zapatos blancos.
El uniforme de los chicos consiste en la misma camisa blanca, la misma corbata y el mismo chaleco, los pantalones de los chicos son de un azul pastel y además los chicos tienen un buzo de color rosa pastel y los zapatos son blancos.
Me mire al espejo con el uniforme puesto y me peine el cabello haciéndome una coleta con este.
Cuando estuve lista me acerque a mi bolso y me lo colgué en los hombros, cogí mi celular y me acerque a Amelia le puse sus botas con cuidado y la cargue, ella estaba lo suficientemente despierta como para abrasarme por el cuello sujetándose, mientras continuaba con los ojos cerrados.
—Amelia— dije para despertarla un poco— te voy a llevar a tu casa.
—No quiero— dijo con la voz adormilada sin abrir los ojos.
— Tengo que ir al colegio— le dije mientras bajaba las escaleras y veía a mi mamá en la cocina, le sonríe y ella me devolvió la sonrisa— mamá voy a llevar a Amelia a su casa y me voy para el colegio.
—Que te vaya bien— me dijo dándome las llaves de la casa, me dio un beso en la mejilla y me abrió la puerta de la casa.
— Me quedo en tu casa hasta que llegues del colegio— dijo Amelia escondiéndose en mi cuello.
—En tu casa deben estar preocupados.
—no lo están.
—Escucha— le dije mientras nos acercábamos a su casa, ella se quedó callada al escuchar como todos estaban gritando cosas como "¿Dónde está?" "no puede estar afuera" "y si le paso algo" "Amelia", en ese momento ella sonrió un poco.
— Si les importo —dijo con una pequeña sonrisa.
—claro que sí, ellos te aman mucho— dije acercándome para tocar la puerta de su casa pero me detuve cuando escuchamos un ruido como de un vaso cayéndose y rompiéndose, salte un poco con Amelia en los brazos y las dos pegamos un pequeño gritito, todos dentro de la casa se quedaron callados y antes de intentar tocar la puerta se escuchó la voz de Sofhia la madre de Amelia.
—Amelia que haces afuera— dijo mientras se escuchaban sus pasos más cerca, cuando iba a hablar la señora Sofhia abrió la puerta y se quedó callada.
—Hola— dije con una sonrisa todavía con Amelia en los brazos y sentí como un montón de miradas estaban fijas en mí— ¿es su hija cierto?—pregunte, claro que sí, ¿no se te pudo ocurrir algo más sensato?, Mire a la señora Isabela con una sonrisa.
—Si es mía— dijo extendiendo los brazos pero Amelia solo me brazo más haciendo que la señora Sofhia bajara las manos— ¿quieres pasar?— pregunto viéndolo como la única alternativa, pero al sentir como todos se ponían alertas y murmuraban los unos con los otros negué con la cabeza y retrocedí un paso.
— ¿Amelia a qué horas sales de estudiar?— le pregunte bajándola poco a poco hasta que me soltó.
— A las 5— dijo en un susurro moviendo sus pies.
—Si le parece bien a la señora Sofhia— dije parándome— puedo traer a Amelia de la escuela— al escucharme decir eso la pequeña sonrió con un brillito en los ojos.
—Valery dime Sofhia nada más, y si no me molesta— dijo haciendo espacio para que Amelia entrara la cual me dio un pequeño abrazo y entro corriendo a su casa— gracias— dijo cuando ya no se veía rastro de la pequeña— no sabemos cuándo salió pero si algo le hubiera pasado...
—Pero no paso— sonreí para aliviar un poco el ambiente— la vi muy tarde en la noche jugando y como no quería entrar a su casa la lleve a la mía.
—Lamento las molestias— dijo un poco sorprendida— muchas gracias.
—No hubo ningún problema— dije y retrocedí otros pasos lejos de la puerta—tengo que ir a la escuela pero cuando salga paso por Amelia.
—Claro, gracias— dijo con una pequeña sonrisa y cerró la puerta.
Me acomode bien mi bolso y me dirigí a la parada del autobús y mientras esperaba a este llegara vi como llegaban las otras personas poco a poco, cuando el autobús llego sentí que alguien se paró al lado mío, pero no le tome importancia y subí, salude al conductor y este me devolvió el saludo, camine hasta las filas del fondo sintiendo como los demás subían también.
ESTÁS LEYENDO
La ventana de al lado
Teen FictionValery y Marcos han sido vecinos durante seis años sin ninguna interacción por ninguna de las partes pero un pequeño accidente y una ventana abierta hacen que las cosas cambien de un momento a otro haciendo que la vida de Valery jamás vuelva a ser...