Salí corriendo al igual que los demás, yo iba delante de todos tratando de esquivar todo lo que había en mi camino, di un giro acercándome a la puerta por donde habíamos entrado y la jale saliendo por ella, corrí un poco más y cuando me sentí lo suficientemente lejos empecé a parar lentamente, puse mis manos en mis rodillas y unos segundo para respirar un poco y me volví a levantar viendo como llegaban Marcos y Jack, y atrás de ellos venían Samantha y Mike, alce un poco la vista buscando a Lucia pero no la vi por ningún lado.
Cuando llegaron a mi lado uno a uno se fueron tirando al suelo, pero al contrario de todos Samantha se dejó caer encima de ellos mojándolos un poco.
—Me mojaste— se quejó Marcos tratando de recuperar su respiración.
— ¿Sabes lo difícil que es correr con los zapatos mojados?— pregunto Samantha ignorando a Marcos.
—Sentí que corría con ladrillos en los pies— dije yo sin dejar de mirar el camino por el cual habíamos venido corriendo.
—Voy a morir— se quejó Jack.
—yo también— le siguió Mike.
—Yo estoy bien— dije para sentarme a su lado, ellos se pararon poco a poco para sentarse en la acera al igual que yo.
—Regálame tu rendimiento físico— pidió Marcos sentado a mi lado.
—Deberías hacer algún ejercicio— dije viéndolo bien, en realidad tiene muy buen físico.
—si lo hago, solo que no tan seguido como tú— se defendió.
—chicos— nos llamó la atención Mike— ¿Por qué no ha llegado Lucia?
—la última vez que la vi estaba corriendo detrás de nosotros— dijo Samantha.
—Ahí viene— señal Jack a una sombra que se acercaba poco a poco, Lucia venia lentamente hacia nosotros, pero no se veía muy bien y estaba temblando un poco.
Cuando por fin Lucia llego a nuestro lado sonrió y se sentó al lado de Jack.
— ¿Dónde estabas?— pregunto Samantha.
— ¿Ustedes vieron de quien corrían?— pregunto ella con la voz un poco más apagada de lo normal.
—Del guardia— dije.
—Sí, no entiendo porque no te atrapo— dijo Marcos.
—estábamos corriendo de un guardia de unos 40 años más o menos el cual casi nunca corre, su estado físico es peor que el de Jack— señalo al chico a su lado.
—¿has visto este cuerpo?— se señaló, todos lo vimos y se veía con un buen cuerpo— donde me ejercite más de lo que hago nadie va poder resistir tanta belleza— dijo en tono burlón.
—como sea, cuando voltee para ver si me alcanzaba él estaba sentado en una banca tratando de recuperar el aire, así que empezar a caminar y me tome la molestia de cerrar bien la puerta al salir— dijo con una débil risa.
— ¿Corrimos un maratón para nada?— pregunto sorprendida Samantha.
—Tal parece— dijo Mike mientras se sacaba su buzo y se lo pasaba a Lucia la cual negó al principio al final lo termino aceptando— vas a morir si sigues así, tienes que volver a tu casa.
—Mi ataúd va decir "muere por un pingüino"— dijo Lucia con una pequeña sonrisa.
—Muy original— dije con una pequeña risa.
—Yo también quiero algo que nunca nadie va poder tener— dijo emocionado Jack.
—Qué te parece "murió por estúpido y querer morir de forma original"— dijo Marcos fingiendo voz de comerciarte haciéndonos reír a todos y que Jack frunciera el ceño.
—por lo menos la mía va decir algo más interesante que la tuya— se defendió Jack.
—no quiero que hablen de eso, me da miedo pensar en que alguno muera— dijo dulcemente Samantha.
—tienes razón— concorde con ella.
—Voy a llevar a este desastre a su casa— dijo Mike levantándose de la acera para luego extenderle una mano a Lucia para ayudarle a levantarse, ella la acepto y le levanto.
—Adiós— dijo ella antes de irse al lado de Mike.
—yo también debo volver a mi casa— dije lamentándome— mi mamá me va a matar.
—voy contigo— dijo Marcos levantándose para estar a mi lado— vamos para la misma dirección después de todo— rio un poco.
—Yo me voy a cambiar esta ropa, esta muy mojada— dijo Samantha y se olio la mano— huelo a perro mojado— se quejó.
—te llevo, me queda de camino— dijo Jack para dirigirse a una moto— solo no mojes mucho el asiento— hizo una mueca a lo que Samantha le saco la lengua.
—Vamos— dije a Marcos caminando en dirección a mi casa dejando a ese par atrás.
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La ventana de al lado
Teen FictionValery y Marcos han sido vecinos durante seis años sin ninguna interacción por ninguna de las partes pero un pequeño accidente y una ventana abierta hacen que las cosas cambien de un momento a otro haciendo que la vida de Valery jamás vuelva a ser...