Capitulo 27

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— ¿Qué hacen ahí?— pregunto Marcos mirándonos con gracia desde arriba.

—Muero de frio— conteste mirándolo.

— ¿Ella murió?— pregunto Jack señalando a Lucia, la cual no se movía y estaba pálida.

—Casi la matan— dijo Samantha viéndola con preocupación.

—Salgan de ahí que parece que les va a dar un infarto— nos dijo Mike.

Samantha se acercó a la puerta he intento abrirla pero no fue capaz, me acerque a ella a paso lento y le ayude pero es imposible tiene seguro.

— ¿Qué pasa?— pregunto Marcos.

—El guardia cerro con seguro cuando nos siguió hasta aquí— dije mientras temblaba del frio.

— ¿segura que estas bien?— le pregunto Samantha a Lucia pero ella no contesto.

—Les ayudamos— dijo Mike acercándose a nosotras un poco mientras Jack y Marcos le sostenían los pies para que no se callera.

Ayude a que Samantha para que alcanzara a Mike y este la sostuvo con sus manos después Jack le ayudo a subirla, Samantha paso por encima de la barra de seguridad y se sentó en una banca al lado de los chicos, cuando ella ya se había sentado me pare en una roca haciendo que Mike y Jack me ayudaran a subir de la misma manera que a Samantha, me senté al lado de ella y trate de darme calor.

—Ten— me dijo Marcos ofreciéndome su chaqueta, la acepte con una sonrisa y me la puse, cuando la iba a cerrar me di cuenta que como mi blusa es blanca todo se traspasaba así que con algo de vergüenza empecé a cerrar torpemente la chaqueta.

—Te queda bien el negro— dijo Jack refiriéndose a mi sostén, sentí como el calor llegaba a mis mejillas y baje un poco la mirada.

—cállate— dije y levante un poco mi vista para encontrar a una muy avergonzada Samantha, la mire bien y ella estaba en las misma condiciones que yo, Jack se dio cuenta y dejo su risa burlona para darle su chaqueta.

—A ti también te queda el negro— le dijo Jack a Samantha guiñándole un ojo mientras ella rodaba los ojos algo avergonzada.

—Falta alguien— dijo Mike— pero... ¿Quién falta?— pregunto mientras nos contaba a todos, los mire a cada uno, Marcos estaba al lado mío, Jack al lado de Samantha y Mike en el centro de todos, somos cinco pero éramos seis.

—LUCIA— gritamos todos al mismo tiempo acercándonos a la barra de seguridad, estaba casi muriendo en ese suelo rocoso, le va doler la espalda y no tenía un zapato, ¿Cómo la pudimos olvidar?

Forcé mis ojos tratando de ver algún cuerpo tirado en el suelo pero no había nada, busque con la mirada en todos los lados, pero no vi a Lucia ni a los dos pingüinos, que raro.

—devuélvemelo— se escuchó la débil voz de lucia, gire mi cabeza en dirección de donde se había escuchado su voz y la vi al lado de una gran roca cubierta de hielo, recorrí todo lo que se podía hasta llegar arriba de ella, al mirar bien estaba con su bota en su mano y un pingüino estaba agarrándola del otro lado— es mía— se quejó, no sé en qué momento paso pero el pingüino soltó la bota y ella cayó al agua.

—Se mató— dije viendo que no salía.

— ¿Cómo vamos a decirle a sus padres?— pregunto Marcos a mi lado viendo el mismo punto que yo.

—No sabemos hablar español— dijo Jack viendo el mismo punto que nosotros.

Todos quedamos en silencio viendo el mismo punto hasta que luego de unos segundos apareció Lucia y en un movimiento rápido también salió del agua.

La ventana de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora