Capitulo 11

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Pase toda la noche estudiando o parte de ella ya que estuve más de la mitad de la noche tratando de no dormirme, hoy era la pelea y sabía que al ir a la casa de mi padre no podría estudiar nada allí.

Me levante temprano y sin bañarme rápidamente me cambie la pijama por un deportivo, baje las escaleras lentamente mientras bostezaba, cuando llegue a la cocina intentando no hacer mucho ruido me hice un batido antes de iniciar a entrenar, la pelea es a la una de la tarde y estoy muy nerviosa, demasiado nerviosa, lo suficiente como para no poder quedarme quieta, subí y baje las escaleras unas tres veces tratando de quitarme los nervios pero no funcionaba, mis manos sudaban y creo que desperté a mi mamá, si ya no lo había hecho antes y apenas son las nueve de la mañana.

—No estés nerviosa cariño, te va ir bien— dijo mi mamá bajando de las escaleras mientras yo abandona estas para iniciar a caminar descalza encima de los muebles.

—Voy a perder— dije con nerviosismo sin dejar de saltar y caminar por los muebles.

—Si vas con esa mentalidad perderás— me regaño desde la cocina.

—no califico, todas las chicas llevan entrenado para esta pelea desde hace más de dos meses y yo llevo entrenado medio mes, ellas están preparadas o eso creo—negué con la cabeza— están preparadas y yo no lo estoy, sé que son solo 4 rounds, pero en dos me van a destruir— dije rápidamente, caminado más rápido por todos los sillones y saltando en algunos de ellos tratando de parar mi nerviosismo.

—no te vas a rendir sin luchar.

—DIOS— grite con frustración— tienes razón— dije después de unos segundos tirándome encima de uno de los sillones.

—ve a bañarte, ya hueles a pescado—al escuchar eso trate de oler mi axila y arrugue mi nariz— también debes empacar la ropa para ir con tu padre y prepararte para la pelea luego de eso bajas a desayunar y después vamos con tu entrenador para ir al lugar de encuentro—dijo lavándose las manos para luego secarlas con una toalla, yo suspire y me acerque a ella.

—sí eso haré, es mejor estar ocupada— tome un vaso de agua y me senté, mi mamá me observo durante unos segundos y luego frunció el ceño.

— ¿Y ese collar?—una pequeña sonrisa salió de mis labios al recordar a Marcos dándome el collar.

—Marcos me lo dio— dije sin alzar la mirada concentrándome en el agua del vaso.

— ¿El vecino lindo?— pregunto con curiosidad, asentí un poco sonrojada y ella soltó una carcajada haciéndome alzar la cabeza con sorpresa— al fin se decidió en dártelo pensé que nunca lo haría, tuvieron que pasar seis años, sí que es lento —dijo entre risas.

— ¿Cómo lo sabes?

—soy amiga de Sofhia, ya sabes la madre de Marcos, ella encontró ese collar hace mucho tiempo mientras limpiaba la habitación de este y apostamos con Richard, a él también lo conoces es el padre de Marcos, me van a tener que pagar— mi mamá sonrió victoriosa.

—creo que entiendo... apostaste que el collar era para mí.

—Exacto, hija mía no sé qué hiciste para que te lo diera pero invítalo a comer algún día, me hicieron ganar mucho dinero— festejo mi mamá con aires de victoria.

—Mejor me voy a bañar—suspire viendo como mi mamá festejaba con un pequeño baile.

Subí las escaleras a paso lento hasta llegar a mi habitación, la cortina estaba a un lado dejando paso a la luz del sol, al acercarme más me di cuenta que la ventana de Marcos tenía una nota, con curiosidad me acerque y abrí mi ventana, me estire un poco para alcanzar la nota la cual tenía mi nombre escrito en grande con marcador, al tenerla en mis manos le di la vuelta y la leí con curiosidad.

No estés nerviosa, te va ir bien y aunque no te vaya bien te vas a ver grandiosa, igual siempre luces grandiosas, así que solo brilla como siempre.

Sonreí, no puedo creer que esa nota me tranquilizara tanto, no puedo creer que él, mi vecino el cual no conozco para nada logre tranquilizarme tan fácilmente.

Guarde la nota en una caja que era de zapatos que había decorado tiempo atrás cuando estaba aburrida y la metí debajo de la cama.

Al terminar de organizar mi pieza y la ropa para la pelea además de  la que llevaría para después ir donde mi padre, me puse el collar con algo de dificultad, camine a paso lento algo decidida y saque de un cajón una hoja con un marcador para copi...

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Al terminar de organizar mi pieza y la ropa para la pelea además de la que llevaría para después ir donde mi padre, me puse el collar con algo de dificultad, camine a paso lento algo decidida y saque de un cajón una hoja con un marcador para copiar en grande el nombre de Marcos y le di la vuelta a la hoja para copiar con un lapicero de color negro.

Gracias, no sabes todo lo que me ayudo.

Copie la pequeña nota y la pegue con cinta en la parte de afuera de mi ventana y la cerré, baje las escaleras con una gran sonrisa y me senté a comer con mamá mientras escuchaba lo feliz que estaba al saber que ella ganaba la apuesta.

Al terminar salimos de mi casa en dirección al gimnasio donde nos esperaba el entrenador con tres compañeros más, no se me sus nombres ni nada de ellos ya que nunca me hablan y nunca les hablo si no es nada importante, una vez cuando era más pequeña intente acércame a ellos pero se fueron corriendo cuando me vieron caminar en su dirección, creo que me odian.

Con mi mamá caminamos con calma hasta llegar donde está el entrenador Robertson quien nos saludó con una gran sonrisa para así iniciar con una pequeña rutina de ejercicio que tenemos planeada desde hace tiempo, está siempre nos ayuda para poder estar un poco más preparados ya que solo faltaba una hora para la pelea. 

La ventana de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora