Durante la mudanza de una nueva familia en el vecindario todos allí se llenaron de intriga, haciendo que la curiosidad de una pequeña de 10 años despertara, más al notar que esa casa la cual era la protagonista estaba al lado de la suya.
—Mami— dijo la pequeña niña a su madre con curiosidad— ¿quiénes son los del carro?
—Cariño, ellos son los nuevos vecinos— respondió su madre viendo como por primera vez su pequeña hija tenía curiosidad por algo.
—Pero esa casa es muy grande— dijo la pequeña tratando de ver cuantas personas salían del carro.
—Se nota que es una familia grande, ¿quieres ir y darles la bienvenida?— pregunto su madre tratando de satisfacer aquella curiosidad pero su hija negó con la cabeza y siguió mirando desde la ventana.
En lo que trascurrió la mudanza de la familia la pequeña no quito su mirada de la ventana de la sala hasta que dicha familia entro a su casa con todas sus cosas adentro, por otro lado la madre de la pequeña estaba muy emocionada de que su hija demostrará interés por algo por primera vez en su vida ya que cuando esta era más pequeña tuvieron algunos conflictos con el padre de ella, pero su pequeña hija nunca pregunto por nada, ni se sorprendió por lo que paso, hasta entendió todo a la perfección y se adaptó rápido a todo lo que pasaba, tampoco pregunto cuando su padre le presento a su otra familia fue como si ella entendiera todo a la perfección a pesar de su corta edad.
—Cariño—hablo la madre haciendo que la pequeña alzara la cabeza para poder mirarla— ¿quieres galletas?
—No— respondió ella volviendo a sentarse bien en el sillón para seguir dibujando.
— ¿segura que no te quieres presentar con los vecinos?
—Si— dijo y después de una pausa añadió— ellos están cansados, y según el libro que tienes en la repisa sobre embarazadas la mujer del vecino está embarazada así que debe estar más cansada.
—Si tú lo dices— dijo la madre rindiéndose.
Al pasar de una hora la pequeña comió y salió directo escaleras arriba para ir a su cuarto mientras su madre limpiaba los platos sucios.
Al entrar a su cuarto la pequeña abrió los ojos con asombro y se escondió detrás de un enorme oso de peluche el cual le había regalado su padre a modo de disculpa por no aparecer durante un mes entero.
— ¿Por qué?—pregunto a sí misma con un tono muy bajo al ver a un chico de pelo y ojos negros al lado de la ventana del cuarto de él, ventana que quedaba al frente de la ventana del cuarto de la chica la cual no se había percatado de eso antes, tampoco de la cercanía de esas dos casas.
—cariño, voy a la tienda ¿vienes conmigo?— se escuchaba la voz de su madre cada vez más cerca de donde estaba ella, sus tacones resonaban en el pasillo hasta que entro a su habitación para verla escondida detrás del peluche sin razón aparente— ¿Qué haces escondida?
—Nada— respondió rápidamente la chica saliendo poco a poco del peluche viendo como el chico al otro lado de la ventana escuchaba y veía todo con una pequeña sonrisa.
Y así pasaron los años con pequeñas miradas y cortinas cerradas por ambos lados, años que no pasaron desapercibidos por ninguno de los dos.
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La ventana de al lado
Teen FictionValery y Marcos han sido vecinos durante seis años sin ninguna interacción por ninguna de las partes pero un pequeño accidente y una ventana abierta hacen que las cosas cambien de un momento a otro haciendo que la vida de Valery jamás vuelva a ser...