Valery y Marcos han sido vecinos durante seis años sin ninguna interacción por ninguna de las partes pero un pequeño accidente y una ventana abierta hacen que las cosas cambien de un momento a otro haciendo que la vida de Valery jamás vuelva a ser...
Me desperté el Lunes más temprano de lo normal gracias al dolor de mi muñeca, suspire y me la mire notando que la tenía un poco más hinchada que antes, suspire y mire a Lucia quien dormía pacíficamente a mi lado.
—No esta tan mal— me dije a mi misma con la voz ronca mientras veía mi muñeca nuevamente.
— ¿Estás bien?— me pregunto una muy adormilada Lucia.
—No lo sé— confesé— creo que se hincho más.
—Déjame ver— pidió y abriendo los ojos poco a poco se reincorporo en la cama para tomar mi muñeca con cuidado— deberías decirle a tu mamá.
—No— dije alejando mi mano y escondiéndola en las sabanas— me prometiste que nadie se iba a enterar, no es nada.
—Eres tan terca— se quejó Lucia.
—Tú también eres muy terca— me defendí y ella sonrió.
—Yo solo digo que esa pelea de entrenamiento no es tan importante— dijo volviéndose a acostar en la cama.
—sí que lo es— dije – si gano el entrenador Robertson vera que estoy lista y me permitirá pelear en el nuevo campeonato que va a ver en Nueva york.
—mejor ve al de los Ángeles— dijo y suspire.
—es mi oportunidad de demostrar delante de muchas personas que soy muy buena.
—Eres muy buena— aseguro y yo sonreí.
—eso dice el reportero.
—por algo lo dirá— dijo mirando la hora en su celular— son las cuatro de la mañana.
—lo siento no te quería despertar— me disculpe bajando la mirada.
—no te preocupes mejor ponte la pomada que te compre ayer, esa sí que es para ese monstro que te crece— dijo, y salí de la cama para hacer lo que dijo sintiendo inmediatamente menos dolor.
—duerme un poco más necesitas energía— dijo Lucia con voz adormilada mientras cerraba sus ojos.
—Tienes razón— dije acostándome a su lado para intentar dormir.
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— ¿Estas nerviosa?— me pregunto Samantha viendo como movía mi comida de un lado para el otro.
—un poco— dije.
—no deberías eres muy buena— dijo Marcos y sentí un escalofrió por mi espalda— además debes ganar porque me prometiste que hablaríamos después de eso.
—no la presiones— dijo Samantha.
— ¿Y a ti que te pasa?— pregunto Kyle después de unos minutos de silencio.
— ¿A quién?— pregunto Félix confundido y Kyle señalo a Lucia quien tenía la mirada en mi muñeca la cual era tapada por un buzo.
— ¿Lucia?— pregunto Jack sacudiéndola un poco haciendo que ella levantara la cabeza un poco desconcertada.
