Valery
— ¿Estás bien?—le pregunte a Marcos el cual estaba sentado al lado de su ventana viendo a la nada desde hace más de 15 minutos.
—Sí, si— dijo sin prestarme atención viendo el mismo punto, me acerque más a mi ventada y me senté en el marco de esta dejando mis pies colgando
— ¿Te gustan los pingüinos?—Le pregunte distraídamente.
—Si— respondió ahora prestándome atención.
—Hoy van a llevar dos pingüinos al zoológico—dije mirando mi celular.
—Tenemos que ir a verlos— dijo con emoción.
—No podemos — dije dejando de lado mi celular.
— ¿Por qué?— pregunto confundido viendo su celular— no es tan tarde.
—el zoológico está cerrado a esta hora— respondí con desaliento.
—voy a llamar a los chicos, hoy vamos a ir al zoológico— dijo mientras copiaba algo en su celular.
—Está cerrado— le volví a decir pero me ignoro para luego salir de su habitación.
Suspire mirando el suelo del pequeño callejón que separaba la casa de Marcos de la mía, enserio quería ir a ver a los pingüinos nunca en mi vida había visto alguno y me moría de ganas por verlos pero perdimos el tiempo buscando a Lucia, no me arrepiento me conformo con saber que está bien.
—Ponte ropa con la que puedas saltar— dijo Marcos entrando a su habitación, mire mi ropa y todavía llevaba el uniforme del colegio.
—Cierra la cortina— le dije mientras me bajaba de la ventana y cerraba mi cortina, sentí como rio un poco y la cerró.
Mire mi ropa buscando algo cómodo, tome unos pantalones de jean, una camisa de color blanco y unos zapatos negros, me mire al espejo y me amarre el cabello en una coleta alta.
— ¿Lista?— me pregunto Marcos desde su ventana, con una sonrisa me acerque y corrí mi cortina para ver la de él.
—Lista— dije y Marcos corrió su cortina y sonrio.
—Mi mamá está hablando con la tuya— aviso señalando la entrada de mi casa donde claramente yo no podía ver nada.
— ¿Para?— pregunte no muy convencida.
—para que te deje salir con nosotros— dijo acomodándose la chaqueta.
—Tu mamá es muy despreocupada— dije tomando mi celular.
—Y la tuya se preocupa mucho— dijo antes de que mi mamá llegara a mi habitación con una cara algo preocupada.
—no llegues muy tarde y llámame si tienes algún problema— dijo dándome un abrazo.
—Claro— le dije con una sonrisa.
—Vamos— dijo Marcos saliendo de su habitación— gracias señora Olivia.
—hasta luego mamá — le di un beso en la mejilla y salí de mi habitación.
—Nos están esperando— dijo Marcos cuando salí de mi casa.
— ¿A dónde vamos? — pregunte con curiosidad.
—Al zoológico— dijo Marcos con una sonrisa para luego empezar a caminar, corrí un poco para llegar a su lado y caminar a su ritmo en dirección al zoológico.
— ¿Cuál es tu animal favorito?— pregunte.
—El pingüino— sonreí al igual que el— ¿y el tuyo?
—El pingüino — respondí mirando el cielo.
—parece que tenemos más cosas en común de las que creía— dijo Marcos.
— ¿Por qué lo dices? — pregunte mirándolo.
—No sé, te imaginaba diferente— se encogió de hombros.
— ¿Cómo qué? — pregunte algo confundida.
—más grosera, engreída, quizás algo depresiva, pensé que te metías en problemas todo el tiempo — dijo haciendo que yo mirara nuevamente el cielo por un segundo antes de volver la mirada a él.
— ¿y ahora? — pregunte.
—Creo que eres dulce, buena persona, amable, te preocupas por los demás y te acoplas muy fácilmente con las personas, además eres muy fuerte— dijo sonriendo.
—Que personalidades tan diferentes— dije riendo un poco.
—Me gusta tu personalidad— dijo con una sonrisa haciéndome sonrojar un poco.
—la tuya tampoco está mal— dije.
—Voy a tomar eso como que te encanta mi personalidad— dijo riendo.
—Si me gusta— admití.
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La ventana de al lado
Teen FictionValery y Marcos han sido vecinos durante seis años sin ninguna interacción por ninguna de las partes pero un pequeño accidente y una ventana abierta hacen que las cosas cambien de un momento a otro haciendo que la vida de Valery jamás vuelva a ser...